Es difícil olvidarte (Chan+Kai fanfic) Capítulo 4

Título: Es difícil olvidarte

Autora: Sensei

Fandom: EXO

Personajes: Chanyeol, Kai y Sehun

Nº de palabras: 6 548

Rating: PG/R

Resumen: Chanyeol es un estudiante universitario que pasa por una crisis familiar. Su madre quiere casarse por tercera vez y él se niega a ver un tercer divorcio. Todo cambia desde que conoce a Kai. Él le enseñará a divertirse, a disfrutar de la vida y desde entonces, Chanyeol no podrá evitar cuestionarse sus inclinaciones sexuales. Sin embargo, lo peor de todo no es que Kai lo atraiga, sino que es el hijo de Bobby, el novio de su madre, y por lo tanto, su futuro hermano.

Advertencias: drama (TT-TT), yaoi, sexo explicito, esas cosas :333

Nota: me inspiré en las canciones Tu vas me quitter (Soraya Hamas), Can you hear me baby  (Tommy Heavenly) y Can’t remember to forget you (Shakira feat Rihanna) + Wings (Birdy).

Capítulo 4: Nuestro primer adiós

― ¿Hace un día estupendo no crees, Kai?―preguntó Sehun mientras se acariciaba su cabello mojado después de haber pasado por las duchas. El nombrado estaba de espaldas a él y miraba como Chanyeol se cambiaba de ropa. Estaban en los vestuarios.― ¿Kai?―volvió a llamarlo extrañado. Por fin Kai pareció escucharle. Se giró.

―Oh, ¿me has dicho algo, Sehun?

―Sí, decía que hace un buen día, podríamos salir luego a dar una vuelta. Ya hace calor y se está a gusto en la calle. Podríamos ir a beber también.

―Oh… sí, ¿Por qué no? Le voy a preguntar a Chanyeol.

― ¿Sin tu hermano no vas a ninguna parte o qué?

Kai por única respuesta sonrió divertido. Sehun se rió echando aire por la nariz, les dio la espalda y salió a la calle. Los vestuarios habían quedado desiertos entonces. Chanyeol estaba sentado, callado y sin mirar a Kai que acaba de sentarse junto a él.

―Oye, Sehun ha dicho de ir a beber, ¿te apuntas?

―No, voy a pasar…

―Anda… no seas tonto. Vente, será divertido. Seguramente vienen más amigos y si te emborrachas no te preocupes, luego puedo llevarte a casa y…―Kai acercó sus labios para susurrarle al oído. Chanyeol se sintió estremecer pero pronto una idea aterrizó en su mente y lo sacó de aquel estado de excitación.

― ¿Y qué pasa si tú te emborrachas? ¿Quién te llevará a ti? ¿Sehun? Ten cuidado con él, Kai, no me gusta nada la forma en que te mira…

― ¿Qué forma, Chanchan? ¡Jaja eres un paranoico con Sehun! Somos amigos y compañeros de baile. Ya está. ¡Esa no es razón para que quiera llevarme a la cama!

―Bueno, piensa lo que quieras, yo no voy. Disfrutad de la tarde tú y tu amiguito.―Chanyeol se levantó indignado para marcharse.

―Eres demasiado celoso, Chanchan… pero no puedo negar lo mucho que me gusta que me quieras tanto…―Kai lo abrazó desde la espalda evitando que escapara tan rápido como pretendía el mayor de los dos. Intentó soltarse pero no lo consiguió, no hasta que Kai consiguió robarle un beso antes.

―Kai…a veces parece que solo quieres jugar conmigo…―se quejó.

― ¿Y qué si así lo fuera? El amor es un juego muy divertido…―respondió resuelto el otro.

―Para empezar: yo no soy tu juguete, soy una persona. Así que suelta.―Chanyeol se soltó malhumorado.

―Chan…

Chanyeol se marchó. Ya había girado la calle y se perdía entre la gente cuando Kai y Sehun se encontraron a la salida del edificio.

― ¿Vamos?―Sehun sonreía triunfante. Kai aunque algo preocupado sonrió a su vez. Chanyeol tendía a tener muchas pataletas de niño pequeño pero al final siempre entraba en razón. Aquella no podía ser menos. Eso esperaba Kai.

¿Realmente podía estar jugando con él? se preguntaba Chanyeol mientras andaba a pasos de gigante, rápido, esquivando cualquiera y sin apenas mirar. Se estaba dejando llevar otra vez por la angustia y el miedo mezclado con sus muchas inseguridades. Kai realmente parecía un chico dulce a veces pero también resultaba peligroso y demasiado extrovertido. ¿Sería como su padre? ¿Podría ser también bisexual? Según Kai, ser bisexual no era malo pero Chanyeol tenía sus reservas hacia ello. Aunque no lo había visto mirar a ninguna chica sí que había notado que cada día que pasaba, Sehun lo llamaba más y que se reían mucho durante las clases. En muy poco tiempo se habían vuelto muy cercanos. De hecho, parecía como si Sehun estuviera loco por encontrar cosas en común y para ello no paraba de preguntarle a Kai u a otros sobre gustos y aficiones. ¿Podría estar Sehun obsesionado con Kai? ¿O era Chanyeol quien estaba obsesionado con él?

El curso estaba terminando y pronto serían los exámenes finales antes de que llegara el verano y finalmente se graduaran. Sus citas habían continuado y los dos habían guardado en secreto su relación para que sus padres no se enteraran. Sin embargo, los preparativos de la boda seguían adelante. ¿Hasta cuánto podía durar todo aquello? Chanyeol cada vez que su madre le enseñaba cosas de la boda o le pedía su opinión sentía que un nudo se le cerraba en el estómago. Por esta misma razón, hasta hacía poco había empezado a comer menos. Entre el estrés de las clases, exámenes y los asuntos de la boda… Chanyeol ansiaba más que nunca la llegada del verano.

Aunque era noche de viernes Chanyeol se había propuesto estudiar incluso durante el fin de semana. Daba igual que fuera tarde o que su madre estuviera viendo la tele con Bobby en el salón, y que de vez en cuando los oyera reírse de forma lasciva. No importaba, se había comprado unos tapones para los oídos y esa noche nadie ni nada (¡ni si quiera sus gemidos más tarde haciendo cochinadas!) lo inquietarían mientras él estuviera estudiando.

El reloj ya marcaba las 2:00 AM cuando Chanyeol estaba totalmente sumido en las páginas de gramática española. Tomaba apuntes para memorizar, era una de las mejores formas de estudiar para él, lenta pero segura. De repente una mano se posó en su hombro y otra mano aprisionó sus labios amortiguando un grito. El joven de 21 años creyó que había llegado su final; que la terrorífica niña de la película de miedo que había visto antes durante la cena se había salido de la pantalla y que lo había cogido por sorpresa para comérselo o como mínimo producirle una dolorosa muerte pero no, allí no había ninguna niña muerta de piel blanca y podrida por el agua y la descomposición. Aquellas manos eran cálidas, tiernas, bajaban por su pecho mientras una risita turbia de alcohol endulzaba sus sentidos. De inmediato reconoció su olor. Kai había entrado en su cuarto y lo había atrapado. ¿Se había dormido y estaba soñando? No, porque se notó los tapones aun en sus oídos. Tras quitárselos, lejos de seguir estudiando, Chanyeol no pudo evitar dejarse llevar por la dulce boca del otro que ya lo tenía sujeto sobre la cama. Chanyeol intento aguantar las ganas de gemir como un gato en celo cuando Kai agarró sus testículos con la mano por encima del fino pantalón de pijama que llevaba puesto.

―Kai… nuestros padres… ah… están aquí… al lado de mi habitación…nnnghh… no puedes… no…no me toques ahí…ah, maldito…ah-ah~

―Cállate un poquito ¿quieres? Necesito hacerlo, llevo todo el día queriendo follar…―su voz sonaba desesperada pero también divertida. ¿Acaso estaba borracho? Sus besos y su lengua se paseaban por el cuello de Chanyeol quien intentaba sujetarlo pero sin gran éxito. En ningún momento Kai había mencionado que quisiera hacerlo específicamente con Chanyeol. ¿Quería eso decir que no era más que un juguete sexual?

― ¡Ah! ¡Para! Kai… ¿estás borracho?

―Solo un poquito jeje…perdona Chan… pero es que necesitaba relajarme…

― ¿Y Sehun?

―Tsch…tus labios solo deberían pronunciar MI nombre… déjame oírlo mientras te muerdo…―Kai empezó a morderle en el cuello y luego en uno de los pezones. Chanyeol colocó las manos en su cabeza y tiró de sus cabellos. No pudo controlar sus gemidos más tiempo. Kai se reía. Su lengua se deslizó húmeda y perversa repetidas veces que fueron muchas e interminables sobre sus pezones. Chanyeol buscó sus labios y se besaron con pasión intercambiando el sabor de sus lenguas, su aliento, sus deseos más escondidos. Kai había despojado a Chanyeol del completo pijama, y dejándolo recostado y con sus piernas a ambos lados de su cintura, primero introdujo un dedo en aquella entrada y luego le siguió un segundo. Chanyeol se llevó la almohada al rostro para que no lo oyera nadie gritar de placer. Kai algo molesto le arrebató la almohada, sacó sus dedos y lo penetró con su pene cuando notó que estaba bien dilatado para él. Con irregulares jadeos y totalmente ardiendo, Chanyeol acogió en su interior a Kai que empezó a moverse demasiado rápido para su gusto. Lo que había empezado placenteramente estaba volviéndose demasiado agresivo y tosco.

―Ah… Kai, me haces daño…ah… ¡ay, ay!

―Shhh…aguanta un poco, será rápido, voy a correrme en breve… aguanta… ah…ah…Chanchan… ―jadeó sobre él y lo besó.

Chanyeol aguantó pero al terminar el dolor tardó mucho en apaciguarse lo que le hizo encogerse como un ovillo en uno de los lados de la cama mientras Kai, que no había perdido tiempo tan siquiera en desvestirse, poco a poco recuperaba una respiración normal dentro de su pecho enfundado en una camiseta sudada. Los vaqueros seguían en sus piernas y justo estos habían sido también motivo de incomodidad para Chanyeol por el roce que habían provocado.

―Arf…arf…ha sido genial Chan… uf… estoy sudando como un pollo jaja…espero no haber hecho demasiado ruido… ¿Qué hora es Chan? ¿Chanchan?

―Snif snif…―aquel sonido de nariz era indiscutiblemente obvio de lo que representaba.

― ¿Chanyeol? Oh no… ¿estás llorando?

―No, imbécil, estoy riéndome no te jode… ¡anda, lárgate al salón y déjame dormir al menos!―susurró con desprecio.

―Chan yo… perdona… de verdad, no he controlado mucho porque… bueno, ya lo sabes… de verdad, perdona…―Kai lo había abrazado desde la espalda. Chanyeol no quería mirarlo. Estaba enfadado. No había estudiando todo lo que quería y encima le dolía todo el trasero. Kai se asomó pasando un brazo que apoyó en el colchón y agachó su rostro donde estaba el de Chanyeol. Encendió la luz de la mesita con cuidado y lo miró a los ojos. Chanyeol se lo quedó mirando serio, sonrojado, aún con húmedos restos de lágrimas derramadas. Kai acarició su rostro y los secó. Luego posó su pulgar en los labios y los acarició también.

―No quiero que vuelvas a beber y tratarme así…No soy el consolador de nadie…―afirmó Chanyeol con voz grave y mirada fría.

―Lo sé… mañana para demostrarte que lo siento haré algo muy especial para ti… ¿vale?―Kai sonrió lleno de ternura mientras le sostenía la mirada. Chanyeol frunció el ceño intrigado y aun un poco disgustado asintió. Miró hacia la lamparita y alargando una mano apagó la luz.

Se recostaron sin romper el abrazo. Chanyeol todavía le daba la espalda pero Kai aun tenía algo que decir.

―Chanchan…

― ¿Qué?― Chanyeol suspiró cansado.

―Te quiero.

Aquellas palabras entraron en su cabeza como si fueran espadas demasiado afiladas. Lo atravesaron de una punta a otra de su cuerpo colmándolo de una emoción indescriptible. Sin embargo, Chanyeol no sabía cómo reaccionar. No dijo nada, pero tampoco pudo dejar de pensar en algo diferente al día siguiente. ¿Kai se le había declarado o eran palabras vacías?

Después del desayuno Bobby se marchó. Iba a tratar con varios organizadores el tema del catering y las flores de la iglesia y el convite. Kai por su parte se quedó en casa de Songhee y Chanyeol, haciéndoles compañía y disfrutando de aquella tranquila mañana de fin de semana.

― ¿Qué vais a hacer hoy chicos?―preguntó Songhee muy sonriente y radiante cual futura novia que iba a ser mientras guardaba la mantequilla y la mermelada en el frigo.

―Pues…―Chanyeol estaba pensando.

―Le ayudaré a que se relaje de los estudios.―interrumpió Kai― Chanchan está estudiando mucho y puede que luego salgamos a pasear o a ver alguna peli en el cine. Tengo entradas con descuento.

―Oh, me parece genial. Aunque Bobby me ayuda mucho, yo tengo que encargarme de muchas cosas sola… pero ¡no por eso os estoy pidiendo que me ayudéis, eh! Jeje prefiero que Chanyeol esté entretenido y contento. Es verdad que está irreconocible en los estudios.―sonrió contenta volviéndose a sentar.

―jeje es un buen chico, tan solo le hace falta un empujoncito para hacer algunas cosas.―Kai miró a Chanyeol sonriente. Aquella sonrisa quería decir mucho más de lo que pretendía.―Ya verás, va a sacar todo matrícula.

―Tampoco exageres…―murmuró el hijo de Songhee.

―jeje ojalá, bueno chicos voy a recoger los platos…que aun tengo que ponerme con el estofado para el almuerzo…

―Oh no te molestes, ya nosotros recogemos y limpiamos esto. Tu cocina tranquila―Kai se había incorporado y había alzado una mano, cogió su plato y miró a Chanyeol quien algo desganado lo imitó.

―Oh Kai… ¡muchas gracias, eres un cielo~!

―No hay de qué, Songhee…

―Anda, llámame mamá…ya prácticamente somos familia…―Songhee se levantó y se puso a cocinar muy contenta.

Chanyeol miró a Kai con cara de circunstancias. El otro se encogió de hombros y se pusieron a recoger lo que quedaba sobre la mesa.

De vuelta en el cuarto, Chanyeol no paraba de pensar en las palabras de Kai que resonaban una y otra vez en su cabeza:

‘‘Te quiero… Te quiero… Te quiero’’

Estaba sentado en su cama, con la mirada perdida y las cejas levemente fruncidas, ignorando que Kai estaba haciendo algo en el ordenador.

―Kai… oye, quiero preguntarte algo…―dijo al fin.

―Ya lo sé, ¿tu sorpresa, no? Tranquilo ya casi está… ¡bien! ¿Preparado?―preguntó mientras colocaba una silla en el centro de la habitación y tiraba de Chanyeol para sentarlo allí.

―Eh… ¿qué?―Chanyeol iba a levantarse pero Kai lo sujeto en el sitio y le puso un dedo en los labios.

―Shhh…Ahora verás jeje―Kai sonrió travieso. Tras decir aquellos se colocó de espaldas a él mientras le daba a reproducir a una canción.

Na na na na c’mon~

Perplejo Chanyeol reaccionó abriendo mucho los ojos. Conocía aquella canción: era una muy famosa de Rihanna pero lo mejor de todo era que Kai había empezado a bailar. Aunque el volumen estaba muy alto Chanyeol quedó clavado en la silla mientras boquiabierto observaba como Kai se movía al ritmo de la música y se exponía de forma sexy empezando a hacer un striptease. Su cadera, sus piernas y sus manos iban marcando la canción y Chanyeol no podía dejar de mirar aquel contoneo tan erótico. Ya no escuchaba lo que la canción decía, sólo podía atender a aquel dios del baile que se acercaba hasta él y empezaba a bailar sentado en su regazo. Aunque quería reírse, hizo el esfuerzo por remediarlo de cualquier forma. Apretó los labios formando una mueca mientras Kai se los mordía terriblemente atractivo. Sin embargo, ante aquella demostración era imposible estar serio. Kai realmente sabía cómo pedir perdón mediante una coreografía. Con su sonrisa y sus expresivos ojos Chanyeol ya hacía buen rato que había olvidado lo ocurrido anoche, al menos la parte negativa, la otra parte no se iba tan fácilmente…

Kai estaba cantando, movía sus labios, su voz no podía escucharse pero quedaba claro que se sabía la canción perfectamente. ¿Habría estado practicando solo para él? Chanyeol sintió que se sonrojaba de pensar que realmente Kai lo quería tanto. ¿En serio le consideraba tan especial? Nadie había hecho algo así antes por él…pero ¿y Kai? ¿Le habría hecho un striptease a alguien antes?

Oh I like the feeling you bring to me oh you turn me on~

―Oye Kai… mmmm…e-esto no está bien, podrían pillarnos…mi madre…ah…―Chanyeol no pudo terminar la frase. Kai estaba acariciando la raíz de su cabello en la zona de la nuca mientras se rozaba contra él.

―Tu madre está entretenida con el estofado y aparte de eso, ella es muy respetuosa y no entrará en el cuarto cuando la puerta está cerrada… relájate y déjame que te haga disfrutar…―le susurró al oído.

―Kai…―le llamó intentando imponer autoridad.

Aquel striptease había llegado a un punto interesante. Kai ya no tenía camiseta y su pantalón estaba desabrochado. Chanyeol se rió suavemente cuando Kai colocó sus manos en aquella zona. El más joven tenía cierta parte de razón y por ello, Chanyeol se relajó. No obstante, la música estaba demasiado alta como para que oyeran que no muy lejos en la cocina Songhee les pedía a gritos que bajaran el volumen porque estaba hablando por teléfono.

Ignorantes de esto, Kai besó y lamió el interior de la boca del otro quien gimió bajo el tacto de este último. Kai también gimió al notar ciertos dedos en la punta de su pene totalmente erecto aun dentro de su ropa interior. Pesadas respiraciones se sucedían mientras la canción volvía a repetirse.

Songhee hablaba con Bobby pero aquella no era una de sus comunes llamadas de tortolitos enamorados, algo había salido mal y Songhee alzaba la voz enfadada. La música, demasiado alta, tampoco era de ayuda.

―Bobby… tengo que colgar, me duele la cabeza. Mira, lo de las flores es importante para mí así que por favor, haz lo que sea necesario para arreglarlo. Luego te llamo. No consigo oírte bien con la música del cuarto de Chanyeol. Hasta luego.

―Ah…Kai…―Chanyeol gemía mientras el otro le practicaba una deliciosa felación de rodillas entre sus piernas.

Después, a la par que movía las caderas Kai se bajó los pantalones y volvía a sentarse en el regazo de Chanyeol. Iba a quitarse los calzoncillos, sus dedos ya apartaban esa parte de la tela que dejaba al descubierto sus cachetes con la intención de que este último no tuviera impedimentos para penetrarle pero de repente la puerta se abrió.

― ¡Chanyeol, baja la música! Oh…

Songhee estaba bajo el marco de la puerta. Pálida, congelada en el sitio y con los ojos muy abiertos y clavados en ellos dos. Kai automáticamente se había apartado lentamente y Chanyeol había saltado a un lado. Intentó recomponer su ropa. Kai no sabía a dónde mirar. Songhee llena de furia alzó una mano señalando el ordenador.

―Apaga esa maldita música, Chanyeol…

Su hijo acató la orden obediente y un completo silencio se hizo en la habitación. Kai se estaba subiendo los pantalones, sonrió avergonzado con la intención de explicarse, de inventarse algo convincente:

―Songhee, esto no es lo que…

― ¡NO! Largo de mi casa…no quiero escuchar nada… fuera… ¡HE DICHO QUE FUERA!― gritó sacando a Kai de la habitación. Chanyeol y él intercambiaron miradas. El rostro de Kai se había ensombrecido de preocupación y miedo.

Songhee cogió su camiseta y se la lanzó a la cara. Aunque Kai intentó volver a entrar, de nuevo ella lo empujó y le obligó a salir de la casa. Chanyeol oyó el portazo, aún seguía en su habitación, en estado de shock, sin ser capaz de moverse. Sin embargo, quiso decir algo, quería impedir que su madre echara a Kai pero antes de que sus piernas reacionaran, Songhee ya había vuelto a la habitación como un torbellino, agarró el móvil de su hijo que estaba sobre el escritorio y salió para dar otro portazo. Chanyeol entonces salió disparado hacia la puerta pero cuando intentó abrirla, descubrió que alguien desde fuera la tenía sujeta.

― ¡MAMÁ! ¡MAMÁ, POR FAVOR! ¡¡Déjame salir!! Por favor, déjame que te explique, ¡¡yo..!!―aporreó la puerta.

― ¡NO! No voy a permitir que salgas ahí fuera con ese… ¡ahora vas a hacer lo que yo te diga si no quieres que todo vaya a peor! ¡¡Que el otro esté enfermo no quiere decir que tú también lo estés!! Oh dios mío…―Songhee gritó mientras aguantaba los golpes que asestaba Chanyeol desde el interior.

― ¡Pero mamá…!―berreó Chanyeol antes de aporrear una última vez.

― ¡SILENCIO! ¡CÁLLATE! No hagas ni digas nada…―Songhee había roto a llorar. Su cuerpo aún hacía de contrapeso para evitar que su hijo saliera de la habitación mientras temblorosa se resbalaba y quedaba sentada en el suelo. Chanyeol también había empezado a llorar y poco a poco se dejó arrastrar hasta quedar de rodillas frente a la puerta. Fuera, su madre siguió llorando largo rato.

―Lo siento mamá… de verdad, por favor… abre la puerta…―pidió entre lágrimas.

―No, no puedo hacer eso Chanyeol… debes pensar en lo que has hecho y… recapacitar…es por tu bien―y tras decir aquello, se escucharon algunos torpes pasos alejarse. Chanyeol podría haber salido pero sabía que no debía. Aun así, estaba muy preocupado por Kai. ¿Dónde estaría, qué estaría haciendo? Chanyeol se tumbó en su cama y se abandonó a un silencioso llanto que lo dejó sin fuerzas suficientes más que para rendirse al sueño.

Aquella noche ninguno de los que vivían en aquel piso cenaron. Chanyeol se despertó con los gritos de su madre a las tantas de la mañana. Estaba discutiendo con Bobby por teléfono.

― ¡¿Cómo quieres que me calme cuando a sólo una semana de nuestra boda tú vas y me cuentas todo esto por teléfono?! Oh claro, la otra noche… ¿la otra noche no querías o no podías? ¿Por qué, eh? Dime qué te he hecho para merecer esto… ¿Qué pasa contigo? ¿Es todo en esta vida una broma pesada para ti? ¿O es que acaso no puedes enfrentarte al matrimonio? Dímelo directamente y no me vengas con cuentos de que eres bisexual porque es que sinceramente no me lo creo… y me parece muy infantil por tu parte… ¡¿Cómo?!  Oh si, si seré yo ahora la que tenga la culpa de todo… eres un cabrón, y un mal padre. Ah, y en cuanto a tu hijo… no quiero volver a verlo cerca de Chanyeol ni de esta casa… ¡no quiero que Chanyeol se vuelva otro torcido como mi ex o como vosotros! ¡Eres un maldito cabrón, vete al infierno ¡¿me oyes?!! ¡¡LO NUESTRO SE ACABÓ!!

Chanyeol se encogió de hombros al escuchar el teléfono estallar contra el suelo. Empezaba a sentirse realmente mal. El estómago le dolía no solo por el hambre, sino por el gran arrepentimiento que le causaba haber herido a su madre… Ahora ella había roto con Bobby y sabía que era por su culpa. Si al menos hubiera tenido la suficiente fuerza para negarse, para ignorar a Kai, para ignorar sus sentimientos…

Chanyeol sintió que empezaba a llorar de nuevo. Su madre también lo hacía. Sin pensarlo más salió fuera, a su encuentro. Ella estaba tumbada en el suelo, rodeada de cuadros, marcos y jarrones destrozados. Todos regalos de Bobby. Era una clara imagen de cómo debía haberse quedado su corazón por dentro. Chanyeol tomó aire y se acercó hasta ella temeroso de su rechazo. Apartó cristales y una vez sentado, al contrario de lo esperado, su madre no se negó a fundirse en un abrazo y llorar en su pecho como una niña pequeña. Quedaron en el suelo, unidos por el dolor. Chanyeol había pensado en escaparse e ir a visitar a Kai pero decidió no hacerlo. Lo mejor era dejar las cosas como estaban. Desde el principio sabía que aquella relación entre Bobby y su madre no iba a funcionar. ¿Cómo entonces podía haberse ilusionado tanto con Kai? No era más que un estúpido romántico como su madre…

―Chanyeol… prométeme que no me dejarás sola… por favor…―balbuceó su madre como una niña pequeña.

―Mamá, tranquila, no me iré a ningún sitio. Me quedaré aquí, contigo…―Chanyeol acunó a su madre y cerró los ojos apoyando su frente sobre la cabeza despeinada de ella.

Durante las noches siguientes, Chanyeol tuvo muchas pesadillas: en sus sueños hacía una visita sorpresa a Kai y cuando llegaba a su casa, la puerta principal estaba abierta. Entraba y allí en el salón encontraba que Sehun y él estaban a solas. Pero lo peor era que estaban prácticamente desnudos, Kai sentado en el sofá y Sehun con su pene entre las manos, a punto de practicarle una felación. Chanyeol gritaba y huía desolado bajo la pesada lluvia que cubría la ciudad de sus sueños.

En el fondo Chanyeol sabía que quería averiguar lo que podía estar haciendo Kai, pero al mismo tiempo se imaginaba cual iba a ser la respuesta. Por ello, ya había tomado una decisión: cuanto antes debía cortar esa relación tan extraña que los había unido hasta hacía poco. ¿Sus razones? No quería salir más herido de lo que a veces había sufrido y por otro lado, entendía a su madre y sus miedos. Kai era una mala influencia después de todo. Lo mejor era seguir adelante con todo y no mirar atrás.

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La época de exámenes había pasado y misteriosamente Chanyeol no había vuelto a ver a Kai por la universidad. Sin embargo, a quien de vez en cuando sí que se cruzaba era a Sehun. Por todos los medios, lo evitaba y pasaba de largo aunque Sehun siempre se lo quedaba mirando sin llegar a decirle nada.

De nuevo más relajado, Chanyeol podía pasar más tiempo con su madre. Intentaba que ella no hiciera ninguna tontería y para ello la distraía. Por ejemplo, veían la tele juntos y a veces salían a pasear. Songhee se alegraba de que Chanyeol hubiera cambiado mucho como hijo: empezaba a dejar de ser tan introvertido y centrado en sus videojuegos como antes. Además, desde que asistió más a menudo a las clases había hecho nuevos amigos entre sus compañeros y de vez en cuando quedaba con ellos y así se distraía lo suficiente para no acordarse de alguien en concreto…

Pero aquello sólo funcionó las primeras semanas. Su energía y ganas de pasar página le habían hecho subir como la espuma pero lo cierto era que de nuevo se veía obnubilado y no tardó en perder gas: casi todas las noches soñaba con Kai, aunque intentaba llevar una vida normal, poco a poco se volvió más callado. Aunque salía, lo único que hacía era moverse y evitar todo aquello que pudiera recordarle a Kai. Songhee intentó ignorar estas cosas mientras ella se había repuesto un poco. Mientras ella comenzaba a hacer una vida normal y dejaba cicatrizar bien las heridas, veía cómo su hijo de nuevo parecía falto de algo. Intentó ignorar este detalle, se conformó con creer que todo iba como la seda y que todo mejoraría con el tiempo.

Chanyeol también lo creyó así hasta que al igual que a todos alguna vez nos pasa, cuando más intentamos evitar o huir de algo que nos hace daño, al final nos lo topamos de frente el día menos esperado. Así le ocurrió con Kai. En un día normal en que pasaba por la universidad para recoger unos certificados, iba acompañado de algunos de sus nuevos amigos y subía una pequeña rampa. Justo al finalizar esta, alzó la vista y allí a los pocos pasos estaba Kai, solo, junto a un banco de madera cerca de un jardín. Sus miradas se cruzaron y quedaron clavados en el sitio. Se miraron con intensidad. Había pasado mucho tiempo, pero sus sentimientos y recuerdos se encendieron como un poderoso fuego dormido antes que empezó a devorarlos a los dos lentamente. Chanyeol pensó en huir pero no podía, descubrió que estaba desesperado por oír su voz, por preguntarle qué tal estaba.

―Hola…―le dijo acercándose voluntariamente. Sus amigos quedaron rezagados hablando de sus cosas, ignorantes de la gran tensión encendida entre los dos. Kai dio un paso y lo miró sorprendido.

―Ho-hola, Chanyeol―su voz denotaba nervios.

― ¿Qué tal te va?―Chanyeol sin embargo era bueno escondiendo los nervios. Algo nuevo en él desde hacía poco. ¿Se debería a su renovada madurez? Se preguntó mentalmente.

―Oh… bien, hace poco tuve una audición para participar en un musical y… estoy esperando a ver si me cogen…―asintió nervioso.

―Vaya, que bien…em…―se hizo un pequeño silencio. Chanyeol comenzó a pensar si era mejor empezar a retroceder y despedirse.

― ¿Y tú? ¿Qué tal los exámenes?

―Oh muy bien, ya tengo todas las notas y…genial. Es el último año y parece que todo lo voy a sacar con notable…

―Me alegro… ―sonrió pero pronto su expresión cambió a otra de preocupación―…oye, y tu madre… ¿cómo esta?

―Ella…je…―sonrió amargamente―está así. ¿Co-Como crees que puede estar?―de repente sonaba molesto, incluso le tembló la voz― Pues mal, Kai, mal…―Chanyeol miró hacia otro lado.

―Chanyeol… ¿por qué no respondiste mis mensajes?―la conversación cambiaba de dirección pero aquella pregunta quedó en el aire, sin respuesta. Frente al silencio de Chanyeol, Kai alzó una mano para tocar su hombro pero entonces, apareció Sehun quien pasó un brazo por sus hombros.

― ¡Hola, Chanyeol! ¡Cuánto tiempo~! Creía que estabas enemistado con tu hermano…pero bueno, me alegro de ver que me equivocaba, ¡qué bueno, qué bueno! Jeje… Kai, ¿vamos luego a mi casa entonces? Mis padres van a estar fuera todo el día…―sonrió Sehun achicando los ojos. Kai frunció las cejas sin comprender a qué venía tan repentinamente esa invitación. Tras mirarlo volvió a dirigirse a Chanyeol pero este ya estaba retrocediendo.

―Lo siento pero… tengo que irme. Me esperan. Ciao―Chanyeol emprendió la marcha prácticamente corriendo. Pasó al lado de sus amigos ignorándolos completamente y estos le llamaron preocupados.

― ¡Chanyeol! No…―alzó la voz Kai quien dio un paso y se quitó el brazo de Sehun.

― ¿Kai? ¿Qué le pasa a tu hermano ahora? ¿Por qué…?

Kai lo miró enfadado y entonces empezó a correr sin responderle. Sehun no dudó en seguirlo.

Aunque no tenía muchos sitios donde esconderse, Chanyeol finalmente terminó internándose en unos conocidos baños que estaban dentro de un edificio de aulas. Se encerró en uno de los excusados y se subió al váter para que sus pies no se vieran y esperó. Sabía que Kai no tardaría en aparecer. A lo lejos escuchaba su voz llamándole. Se tapó los oídos y apretó los párpados. Su rostro estaba mojado. Notaba el sabor de las lágrimas en sus labios. Se sentía tan estúpido… Rezó por que Kai se marchara, que desistiera rápido en su búsqueda. No había sido buena idea hablarle…pensó arrepentido.

Kai entró en el cuarto de baño, miró las tres puertas cerradas y todo parecía indicar que estaban desocupadas. Dio un paso hacia delante con la intención de asegurarse pero entonces llegó Sehun sin respiración.

― ¡Kai! Arf… ¿a qué coño viene todo esto? ¿Por qué sales corriendo detrás de tu hermano? Deja de hacer estas chiquilladas por favor… él sabe más que de sobra arreglárselas y si es un niñato deja que aprenda por si solo… no puedes estar así siempre…― se quejó Sehun.

―Tú no lo entiendes…no es tan simple como parece…―Kai sonaba tenso, bastante cabreado de hecho.

―Pues déjame entenderlo…Kai…―Sehun se aproximó y tomó el rostro de Kai con una mano― por favor, déjame ser algo más que un amigo… ¿Es que no lo ves? Estoy loco por ti…te deseo, te deseo desde la primera vez que te vi…―empezó a susurrar.

Chanyeol dentro del baño no podía ver nada, pero fuera, Kai había sido acorralado contra la pared y Sehun ahora tenía su rostro entre ambas manos, lo miraba a escasos centímetros de distancia, dispuesto a besarlo. Lentamente la distancia se estrechaba, Kai lo miró con ojos entrecerrados pero antes de que sus labios pudieran tocarse, lo apartó con las palmas abiertas sobre su pecho. Sehun retrocedió torpemente y lo miró contrariado.

― ¡Tú eres el que parece no entenderlo en absoluto! ¡¡A mí quien realmente me gusta, quien realmente es importante para mi es Chanyeol, joder!!

― ¡¿Cómo?! Pero… si es tu…―Sehun no quería ni mencionarlo.

―No, no lo es…no es mi hermano… nuestros padres iban a casarse pero no lo han hecho, así que no somos nada y aunque lo fuéramos ―Kai sonrió incrédulo― ¿sabes qué? Me daría igual―su expresión cambió a otra seria nuevamente― le querría de todas formas, Chanyeol es un chico muy especial y le quise desde el principio…

―Pero…Kai, tú…―Sehun se reía asqueado.

―Sehun, lo siento si has malinterpretado algo pero… no quiero nada contigo salvo amistad. Si no la quieres, lárgate y déjame tranquilo por favor…

―Ya veo, amistad…pues tu amistad puedes metértela por el culo sabes. Adiós…―y con las mismas los enérgicos pasos de Sehun se alejaron cada vez siendo menos audibles. Se escuchó un suspiro, era el de Kai que aún no se había marchado. Chanyeol respiró hondo y bajó las piernas.

Kai aun de pie en el centro del baño entonces dio un respingo al oír un ruido proveniente de los baños. Tuvo que mirar a su izquierda y de repente Chanyeol apareció al abrirse una de las puertas. Lo miró sorprendido. ¿Había estado allí escondido todo el tiempo?

―Chanyeol…―susurró casi sin voz. El nombrado no dijo nada, tan solo dejó sus cosas en el espacio que había entre el retrete y las paredes de aquel espacio cerrado y se precipitó en línea recta para hacer algo que nunca imaginó que fuera capaz de hacer con tanta seguridad. Kai cerró los ojos al notar los labios de Chanyeol aterrizar y arrebatarle un sonoro suspiro. Se abrazaron y no pararon de besarse ni acariciarse, apretándose cada vez más y mejor. Disfrutaron del tacto de los carnosos labios del otro y repitieron, sin importarles que alguien pudiera entrar. Chanyeol se detuvo entonces un momento, él también había cerrado los ojos y empezaba a abrirlos lentamente al igual que Kai. Se miraron a aquella corta distancia, jadeantes, respirando el dulce aliento de sus bocas.

― ¿Quieres saber por qué tantas veces te dije que no quería ser tu hermano?

―Sí… ¿por qué?―sonrió embelesado Kai.

―Porque quería esto mucho más que nada en el mundo…―Chanyeol volvió a besarlo y tiró de él hasta hacerlo entrar en el servicio donde acto seguido cerró con pestillo. Kai entre jadeos observó a Chanyeol desvestirlo ansioso.

―Chanchan… ¿estás seguro de… esto? Podría entrar alguien y… ah…―Kai se mordió el labio inferior y echó la cabeza hacia atrás al notar la lengua de Chanyeol sobre uno de sus pezones. Su camisa estaba totalmente remangada por encima del pectoral, con rapidez Chanyeol había quedado de rodillas y estaba abriendo sus pantalones. Kai no podía creerlo, cerró los ojos de nuevo y volvió a reclinar la cabeza para disfrutar de la alucinante sensación que era sentir por primera vez su pene dentro de la boca de Chanyeol.

―Ah… ah…nnhgg…Chan…oh…nnnhhhgggg!!―Kai era ahora el que gemía como un gato en celo mientras Chanyeol hacía un estupendo trabajo entre sus piernas. Lamía, sus labios subían y bajaban, el glande entraba y salía de su boca, lo lamía con ansia, pasaba la punta de la lengua por cada una de sus hinchadas venas, jugaba con sus testículos, desesperado por provocarle el mejor orgasmo de su vida. No obstante, Kai no era el único sorprendido, Chanyeol también estaba asombrado en el fondo por su arrojo. Mientras chupaba y succionaba ardiendo en deseo, se daba cuenta de lo mucho que la situación había cambiado en unos cuantos meses por no decir en cuestión de minutos. Aún recordaba perfectamente aquella mañana en la que entró en aquel mismo baño y que justo tras esa misma puerta, había visto unas rodillas y los zapatos de Sehun quien estaba practicando una felación a otro chico. En aquel momento sintió repulsión pero al mismo tiempo atracción. Ahora estaba totalmente seguro de que no había sido a Kai, porque ahora sí sabía que él era sincero, que realmente le quería, que podía resultar infantil y estúpido e incluso tosco a veces, pero por todo ello y más, Chanyeol ahora estaba totalmente seguro de lo que sentía, y no le importaba verse reflejado como Sehun aquel día. Él era mucho mejor, eso seguro, pensó para sí mismo sin perder el ritmo en lo que estaba haciendo.

―Dios Chanchan… ¿Dónde apren…dis…? ah~―Kai apretó los párpados mientras sujetaba a Chanyeol con suavidad desde la nuca. Se tensaba con leves espasmos, sus músculos se marcaban, su vientre estaba duro como la piedra, su pene palpitante, a punto de desbordarse. Las manos de Chanyeol volaban hasta donde podía sobre la anatomía del joven bailarín: sus marcados abdominales, el trasero, sus pezones, muslos…

Kai con los ojos cerrados jadeó sintiendo que el trágico fin de aquella delicia se acercaba, miró a Chanyeol en el preciso instante en que el semen empezó a dispararse y alzó las cejas maravillado de ver a Chanyeol abrir la boca y continuar masturbándole, concentrado con los ojos cerrados mientras el líquido blanco caía sobre su barbilla y salpicaba sus rosados e hinchados labios. Cuando terminó, Chanyeol se llevó unos dedos a la boca y saboreó su esencia con timidez. Kai no pudo resistirlo: lo cogió de la camiseta con fuerza y lo obligó a besarle. Sus lenguas se encontraron furtivas y de forma suculenta. Kai hundió sus dedos en el pelo de Chanyeol y este último rodeó sus hombros en un romántico abrazo. Cuando su violento beso cesó, Kai abrazó desde atrás a Chanyeol que se quedó callado y parecía estar cansado. Sus respiraciones eran lentas pero sus corazones latían al loco ritmo del amor.

Kai lo abrazó y acarició, besó su cabeza, le facilitó papel. Se limpiaron y se quedaron un rato abrazados. Chanyeol de perfil le miró:

―Kai… no te lo he dicho pero, yo también te quiero…

―Lo sé, patito, lo sé…―Kai lo abrazó con más fuerza.

― ¿A quién llamas patito?―frunció las cejas Chanyeol.

― ¿Prefieres espárrago?―preguntó Kai con una sonrisa en los labios.

―No, patito es mejor pero… no sé a qué viene…―Chanyeol arqueó las cejas y respiró profundamente.

―Deja de protestar anda…―Kai lo besó en el cuello y luego en la cara repetidas veces hasta que Chanyeol se giró, le devolvió los besos y no tuvo más remedio que callarse.

Llegada la noche, Chanyeol regresó a casa un poco más tarde de lo normal. Ante esto, su madre le preguntó por el motivo de su tardanza. Chanyeol se inventó algo relacionado con los estudios, echando la culpa a sus amigos y Songhee pareció contenta con su respuesta.

Una vez terminó de cenar y se hubo lavado los dientes, Chanyeol se metió en su habitación a oscuras llevando únicamente sus calzoncillos de color celeste y se dejó caer boca abajo en la cama. Abrazado a la almohada y con una media sonrisa en su rostro iluminado por la pantalla del móvil, respondía los mensajes de Kai (quien ya no estaba en su lista de bloqueados).

Spider_Kai: JAJA ¡Has cambiado tu nombre de cuenta! ¡Ahora nunca dejaré de llamarte patito!

Duck_Chan: como me des mucho la brasa vuelvo a poner Monkey_Chan ¬¬’’

Spider_Kai: 😛

Duck_Chan: Por cierto, tenemos que hablar con nuestros padres.

Spider_Kai: Yo ya hablé con el mío y no tiene problema. xD

Duck_Chan: oh :O…

Spider_Kai: tranquilo. De todas formas después de que tu madre nos pillara ya se hizo una idea y bueno, hoy se lo confirmé. Creo que es la primera vez que lo he visto tan serio hablando sobre relaciones pero bueno, está contento por nosotros.

Duck_Chan: yo no sé como decírselo a mi madre que estamos juntos…

Spider_Kai: Si quieres, vamos juntos cuando te sientas preparado para decírselo a tu madre

Duck_chan: Sí, quizás sea lo mejor pero… no sé cómo va a reaccionar. Hasta hace poco la noté mejor de ánimo pero tengo mucho miedo que después de contarle esto ella vaya a… no sé.

Spider_Kai: Ya…bueno, tu madre tiene que entender que eres tú el que decide en tu vida. Ya eres mayor de edad así que, ella no puede estar controlándote y menos en algo como esto.

Duck-chan: OK. Mañana entonces.

Spider_Kai: ¿Mañana? ¿Estás seguro? :O

Duck_Chan: sí, no quiero dejar que esto se alargue en el tiempo u_u

Spider_Kai: De acuerdo. Entonces mañana si quieres, después de hablar con tu madre podrías venirte a mi casa y quedarte a dormir… (blink blink blink)

Duck_Chan: 0///0 ok…

Spider_Kai: B-)

Duck_Chan: ¿y de paso se lo decimos a tu padre no?

Spider_Kai: yes ^^

Duck_Chan: ^^

Spider_Kai: Chanchan? ^///^

Duck_Chan: Qué ¬¬?

Spider_Kai: Me gustaría violarte ahora 😀

Duck_Chan: >///< por qué me dices estas cosas ahora???!!

Spider_Kai: No sé… es que tengo ganas…

Duck_Chan: ya…bueno pues espérate a mañana u///u’’’

Spider_Kai: Vale <3.<3 Buenas noches (kiss kiss kiss)

Duck_Chan: Buenas noches.

Spider_Kai: soso ¬¬

Duck_Chan: (kiss kiss kiss)

Spider_Kai: ^^

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Nota de la autora:

¡Hola! Siento la tardanza, pero los estudios al final se me han acumulado y este verano voy a estar liada con ellos >.< (trabajo de fin de grado!! quiero terminarte, hacer la presentación y casi que olvidarme de ti para siempreeee xd)

Pero bueno, volviendo al fic, por fin pude terminar de escribir y revisarlo con la ayuda de Té verde 🙂 (bueno, en realidad solo me dio su opinión, XDDD LA QUE LO HA REVISADO 20 VECES HE SIDO YO SOLITA, así que os agradecería que si encontrais algo raro, alguna falta de ortografía o gazapo, apuntadlo y hacedmelo saber *_* please?) Y ya solo queda un capitulo!!! ooohh D: todo lo bueno tiene un final, pero baaah, yo creo que lo disfrutaréis ^^ bueno, ya sabéis, me gusta el drama y mis historias suelen ser gradualmente más violentas, tristes etc hasta que llega el final que puede ser alegre o… no tan alegre. Yo no quiero revelaros nada todavía, tendréis que esperar al siguiente cap (sorry!!! >/////<)

Para terminar: os agradezco vuestras visitas en este blog y otras webs; vuestro apoyo, comentarios y la ilusión que siempre nos trasmitís en vuestra insistencia por encontrar capítulos o leer continuaciones de otros fics. Muchas gracias por todo. ^^

Aquí una servidora se despide,

Sensei ❤