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Relatos del Planeta EXO. Cap 2: What is Love?

15 May

Título: Relatos del Planeta EXO
Fandom: EXO + Big Bang
Personajes: Todos los integrantes de cada banda.
Nº de palabras: 14.228
Rating: PG/R
-Resumen: Hay muchas historias que contar pero quizás muy pocas que lleguen a ser contadas con toda la verdad que pueden esconder. Esta es una de ellas: mitos, leyendas, una historia sobre dos mundos, un portal mágico y un antiguo cuaderno. Son las piezas que componen este puzle con el que doce jóvenes descubrirán un poderoso secreto y vivirán una emocionante aventura en busca de la verdad sobre un oscuro pasado lleno de dioses, fantasía y poderes inimaginables.
Un eclipse sin precedentes marcará un antes y un después en sus vidas: los transformará a todos pero al mismo tiempo, tenebrosas fuerzas de otro mundo despertarán atraídas por estos nuevos poderes: teleportación, luz, agua, viento, fuego, tierra, precognición, control del tiempo, relámpago, volar, hielo y curación.Un terrible engaño desencadenará una guerra entre sus dos mundos, donde duros enfrentamientos entre fuerzas opuestas tendrán lugar. ¿Quién vencerá esta vez la batalla? ¿El bien o lo hará el mal? ¿A qué esperas para desvelar el secreto? : P-Advertencias: Hay yaoi, sexo explicito en algunos capítulos, violencia, drama, etc. (¡no quiero traumar a nadie!)-Nota1: me inspiré en las canciones de EXO. Especialmente sus teasers y Mama. De ahí el resultado de este tráiler: https://www.youtube.com/watch?v=LIeF9KSPc_Y&list=TLO_Osxx-wrDpjwyr-v3ocjHhYiswqOH9m
-Nota2: Debido a que los capítulos están en revisión, poco a poco iré subiendo cada capitulo. ¡Siento las esperas! Tan solo os puedo dar las gracias por ser tan pacientes conmigo! ¡Mil gracias de todo corazón!

 

NOTA IMPORTANTE: con asteriscos se separan el cambio de mundos entre el reino del Sol (la Tierra) y el reino de la Luna Eterna (Planeta Exo). Luego si veis guiones seguidos así —— significa que hay un salto en el tiempo.
¡¡Gracias por vuestra atención y disfrutad de la lectura :D!!
 
 

Capitulo 2: What is love?

Estudiar en la biblioteca. Eso era lo que se suponía que debería estar haciendo y no hacía el joven y distraído estudiante universitario Chanyeol. En lugar de pasar a limpio apuntes y terminar de leer un libro del que tenía que hacer una reseña, el chico de pelo ondulado y delgada complexión se paseaba entre los estrechos pasillos de estanterías llenas de libros cubiertos de polvo. Aquel último detalle lo notaba en especial su nariz debido a la alergia que tenía desde siempre al polvo y los ácaros. Aunque en realidad le daba un poco igual, ya que le encantaba leer (concretamente de todo menos lo que incluía estudios). Al joven le fascinaba curiosear libros y aquel molesto picor no iba a detenerle en su empeño por distraerse. En el fondo, era un profesional del arte de la distracción en época de exámenes.

Mientras Chanyeol pasaba los dedos por los lomos de los libros leía títulos sobre narrativa occidental, sobre cuentos, sobre historia y finalmente detuvo su dedo índice sobre un libro en concreto. Chanyeol lo extrajo pinzando el lomo desde arriba y una vez extraído el volumen miró la portada y descubrió que era el libro más viejo y peor cuidado que había encontrado jamás en la biblioteca de la facultad de Humanidades.

Abrió la solapa y comenzó a hojear su interior. Realmente era viejo y debía llevar mucho tiempo sin ser abierto porque entonces Chanyeol estornudó repetidas veces sin remedio como si todo el polvo del mundo le hubiera asaltado de improviso; se sonó la nariz molesto y achicó los ojos por el desagradable escozor en los ojos. Una vez se recuperó del ataque de alergia miró a su alrededor, nadie parecía observarle con cara de pocos amigos, también conocida como la cara de quédate―en―silencio―o―lárgate―de―aquí, por lo que volvió a dirigir la mirada al interesante libro que en breves instantes lo cautivaría por completo.

Se trataba de un libro de leyendas, quizás eran fábulas o cuentos; no estaba seguro, pero lo cierto era que su lectura resultaba bastante complicada ya que la letra era muy pequeña y estaba en los márgenes, concentrada en alargadas columnas de muchas líneas de frases muy pegadas entre sí. Tras examinar detenidamente aquella caligrafía tan sinuosa y diminuta, pudo comprobar que el texto estaba escrito en varias lenguas; afortunadamente una de ellas la conocía, ya que era su propia lengua natal. Pero lo mejor de todo eran los dibujos: el libro tenía muchas ilustraciones, de las más bonitas que había visto Chanyeol y lo más increíble era que parecían hechas a mano como si aquel libro fuera más bien el cuaderno de un dibujante o el diario de alguien.

Chanyeol prefirió dejar de hacer conjeturas y, sintiendo que no podía aguantar más en aquel sitio que lo estaba asfixiando por momentos, decidió llevarse el libro a casa y de paso renovar el aire contaminado de sus pulmones.

A la salida se sintió mucho mejor y con el libro en su mochila se fue a la parada del autobús impaciente por empezar a leer su última adquisición.

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El ruido de las espadas era insoportable para leer y Lay en aquellos momentos comenzaba a cansarse del gusto que sus dos hermanos mellizos sentían por batirse en duelo continuamente. Levantó el rostro algo tenso y miró cómo Kris y Xiumin se enfrentaban con sus afiladas armas. Esgrima, artes marciales, lucha cuerpo a cuerpo: todas aquellas artes eran necesarias para cualquier príncipe que quisiera ser bien reconocido, sin embargo para Lay no eran lo suficientemente importantes como para robarle el sueño, prefería gastar sus energías en otras actividades como la que actualmente ocupaba su tiempo: leer. Esa era una de sus grandes pasiones: los libros. En ellos encontraba historias, acertijos, o también podían ser manuscritos, llenos de diversa literatura, y sobre todo, con mitos. Lay era un joven y ávido lector de toda clase de cuentos y fábulas. Todo aquello se debía gracias a uno de sus mentores, un viejo anciano que con largas capas de apagados colores siempre deambulaba por el bosque o por el palacio, leyendo libros, recitando poesía o bien inmerso en sus pensamientos con las manos cruzadas a la espalda. Lay lo veneraba. Aquel era Lesmes, su tutor y casi un padre, pues el suyo propio apenas lo conocía ya que se pasaba prácticamente todo el día en la corte, rodeado de sus mensajeros y consejeros reales, de sus jefes militares y sus astrólogos. Lay ya se había acostumbrado desde niño a no tenerlo cerca, pero aquella falta la suplía fácilmente el bueno de Lesmes. Este viejo señor, al que todos solían llamar «El viejo Lesmes», con asidua costumbre solía pasar por aquellas reuniones e informar al rey sobre los progresos de sus hijos en los distintos conocimientos de la magia, la escritura, la botánica, la espada entre otras materias. En el reino de la Luna eterna los reyes y reinas debían ser gentes con cabezas repletas de ricos conocimientos, debido a que sobre sus hombros pesaría una gran carga y una gran responsabilidad. Por aquel entonces la situación política era más bien tensa, el pueblo no parecía estar contento con su actual rey, algo no funcionaba bien: había protestas, gentes que se marchaban, problemas en la agricultura, rumores de rebeldes, de ejércitos secretos, de posibles guerras. En medio de aquel panorama, el futuro sucesor del padre de Lay, posiblemente sería el mayor de los tres príncipes, Kris, quedando su mellizo Xiumin en segundo lugar y por último Lay que era un año menor y por ello el pequeño. Pero Lay si algo tenía claro era que no quería reinar si algo impedía que fuese Kris quien lo hiciera. Por su parte tan solo quería vivir en paz con sus hermanos y dedicarse a los libros; quería viajar, conocer gentes de otras regiones, aprender y disfrutar de todos los misterios que el mundo pudiera brindarle. Ese realmente era su sueño, pero todo siempre acababa en un… ¡Clash!

De nuevo el choque de las espadas de sus hermanos le producía una desagradable sensación que le hacía rechinar los dientes. Lo mejor sería marcharse; a esos dos nadie podía pararlos cuando se enzarzaban en sus bélicas representaciones de nobles antepasados. Lay recogió sus cosas y malhumorado emprendió su camino hacia uno de sus lugares preferidos donde seguramente encontraría a su maestro Lesmes.

Y como bien había esperado, allí estaba él sentado en una acolchada silla, llevando puestas sus diminutas gafas asentadas en el pronunciado tabique de su nariz, mientras leía un cuaderno muy viejo, uno que Lay reconoció no haber visto jamás. El viejo Lesmes parecía no percatarse de su presencia, pero Lay lo conocía muy bien y con toda seguridad sabía que el viejo percibía su posición exacta, inclusive las cosas que portaba consigo. Lay no sabía cómo lo hacía pero tenía sus serias sospechas de que Lesmes se trataba de un brujo. Por aquellos tiempos se decía que ya todos los grandes brujos se habían extinguido y que solo quedaban sus enseñanzas. Su magia vivía a través de los ríos, plantas, animales, el aire y la luz. Aquel paisaje siempre nocturno de su mundo pero que siempre brillaba lo suficiente gracias a las flores de todos los colores que llenas de pétalos brillantes fulguraban llenas de vida bajo la luz de la luna. La magia seguía latente aunque los humanos no pudieran controlarla.

Lay con tranquilidad soltó sus cosas en la pequeña mesita redonda y se acomodó en una silla al otro lado para continuar con su lectura. Lay miró de reojo el libro que sostenía el anciano, tenía un aspecto realmente viejo y además, sus bordes estaban ennegrecidos como si alguien hubiera intentado quemarlo. La curiosidad de Lay despertó ardientemente por descubrir de qué trataba aquel cuaderno y Lesmes entonces, al sentirse tan observado, de forma impasible se dirigió hacia su alumno.

― ¿Y tus hermanos? ¿Están haciendo sus deberes de geometría?―preguntó.

―Ya sabes la respuesta a eso viejo amigo…―Lay tampoco alzó los ojos para mirarle cuando le hablaba, simplemente sonrió y siguió fingiendo leer por tercera vez uno de sus mitos favoritos.

― ¿Y tú? ¿Has hecho tus deberes?―se interesó entonces.

―Ya sabes que sí…―respondió con tono cansado―Oye Lesmes, podrías…―Lay iba a formular una petición cuando de repente sus ruidosos hermanos aparecieron con sonoros pasos y armando jaleo como siempre.

― ¡Ey, Lay! ¡Con que estabas aquí con el Viejo…! ¡Por un momento Kris y yo nos preocupamos de que hubieras ido al Bosque Profundo y  los hombres de las Sombras te hubieran secuestrado, jajaja!― carcajeó Xiumin que al tocar los hombros de Lay le dio un sobresalto. Lesmes alzó sus pobladas cejas y les lanzó una mirada reprobadora a los alborotadores hermanos.

― ¡Silencio muchacho! ¡No bromees con esas cosas en  palacio!―regañó a Xiumin entonces.

―Sí, Xiumin ten mucho cuidado…ya sabes que Padre tiene oídos en todas partes al igual que el Viejo jeje…―Kris se rió divertido sujetando el mango de su espada que volvía a descansar anudada a su cintura. Lay sonrió y miró a Lesmes quien lentamente relajó el rostro y volvió a sus quehaceres, de nuevo Lay volvió a intentar pedirle algo.

―Lesmes…seguro que ahora como descanso de nuestros deberes de geometría…― Lay se tomó una pausa para dedicar una traviesa mirada a sus hermanos―…podrías contarnos otra vez uno de esos hermosos mitos que te sabes de memoria…anda…por favor…―empezando a hacer pucheros.

― ¡Oh! ¡eso sería genial! seguro que a Lay le encantará escuchar de nuevo la romántica historia de Layna y el dios Karsten…―Xiumin continuando con su graciosa actitud comenzó a poner los labios como si fuera a besar a alguien, todo por fastidiar a su hermano mayor. Lay lo miró desdeñoso y alzando una ceja. Kris entonces dio un codazo al menor de los tres hermanos y ambos quedaron callados y esperando la respuesta del viejo anciano.

Lesmes levantó la mirada del cuaderno manuscrito y miró a Lay y luego a sus hermanos. Los tres príncipes vestidos de blanco resaltaban mucho bajo la suave luz de la luna y Lesmes que también sentía debilidad por las historias antiguas y sobre todo por contarlas, cerró el cuaderno y lo escondió bajo un montón de otros libros y rollos de pergamino.

―Muy bien, os contaré una historia, pero nada más la termine quiero que aquellos príncipes que han eludido sus ocupaciones, hagan inmediatamente después sus deberes de geometría porque de lo contrario mañana tan solo me llevaré al infante Lay conmigo para ir a recoger las nuevas espadas del herrero Huang.

Inmediatamente Kris y Xiumin torcieron el rostro en una mueca de gran disgusto pero antes de que pudieran protestar el anciano alzó una mano y los jóvenes quedaron silenciados. Pronto se sentaron en los brazos del asiento donde un nuevamente incomodado Lay se aguantaba las ganas de echarlos a patadas y se conformaba. Adelantó el cuerpo y posó su barbilla sobre sus manos cerradas y muy atento esperó el inicio de la narración. Lesmes se aclaró la voz y mientras encendía su pipa comenzó a contar la historia.

Hace mucho tiempo, cuando la magia aún la ostentaban los hombres, unos señores y señoras muy distintos a nosotros gobernaban nuestras tierras y las nutrían con su poder y su sangre. Los hombres, hijos de su magia y amor, les llamaban padres pero también dioses. Aunque todos eran de buen corazón y luchaban por grandes ideales, los dioses también poseían ciertos defectos que nosotros los humanos heredamos de ellos. Uno de los peores defectos que surgieron entre ellos fue el de los celos surgidos de un romance muy concreto y me refiero al que ya conocéis entre la bella diosa Layna, adivina y astróloga, y el fuerte pero frío dios Karsten, señor de los cielos que era capaz de volar como un pájaro.

Sus almas estaban unidas  fuertemente pero sus corazones estaban llenos de deseos muy dispares: mientras que la diosa Layna amaba la tranquilidad, la paz y la observación del mundo, Karsten era de un carácter más violento, más bélico e irascible y por ello, el hecho de que Layna reinase sobre el resto de dioses debido a su bien conocida sabiduría era algo con lo que Karsten le costaba convivir. Pero no era ésta la única razón de sus habituales disputas. Como ya he dicho, los celos eran un defecto que les costó muy caro a muchos dioses y a Karsten mucho más en concreto, ya que tuvo unos celos muy fuertes contra su hermana Lilah, quien más tiempo pasaba con Layna. Las dos eran grandes amigas y su cercanía y confianza era algo que detestaba en gran medida Karsten. Por ello fue que una noche, lleno de ira y deseo, se dirigió hacia los aposentos donde Layna solía meditar apartada de toda la realidad exterior reinante, y en mitad de aquella tranquila noche intentó hacerla suya por la fuerza. Layna al principio intentó detenerle, pero dado que sus sentimientos eran mutuos, muy pronto su unión se consumió de mutuo acuerdo. El tiempo transcurrió y su enlace se hizo oficial pero no pasaría mucho tiempo después hasta que  los celos volvieran a surgir y trajeran la tragedia a sus vidas. Karsten creyendo ciegamente que Layna le era infiel con uno de sus hermanos, en mitad de la Gran Batalla entre dioses, mataría a su amada estrangulándola.

La leyenda cuenta que en los últimos segundos de vida, Layna pronunció su nombre y le dijo que lo amaba pero ya era demasiado tarde para cuando Karsten despertó de su enajenación. Layna estaba muerta y con ella él moriría también. Incapaz de luchar por nada ni nadie, el enemigo arrasó nuestras tierras y en ellas, todos los dioses murieron.

 

La historia había terminado y los tres hermanos miraban a la nada, entristecidos con rostros sombríos por imaginar aquel paisaje tan sangriento y aquella dramática imagen de los enamorados. Lesmes entonces, tras dar una lenta calada a su ricamente decorada pipa de hueso, instó a los jóvenes a ponerse con sus deberes, todos excepto a Lay, a quien tenía reservada otra tarea.

―Anda muchacho, ayúdame a llevar todos estos libros, que la edad me pesa y ya no soy tan fuerte como antes…

―Sí, maestro…― a Lay en el fondo no le gustaba en absoluto tener que ser usado como un criado, y menos cuando su tutor no le permitía leer aquellos libros que tenía que cargar ahora hasta sus aposentos situados en lo alto de una alargada torre. No obstante, Lay aunque fuera un chico obediente y razonable, en el fondo no era tonto y sabía aprovechar las oportunidades que pudieran brindársele para sacar partido a su favor y aquella iba a ser una de esas.

Lay observó cómo Lesmes seguía fumando distraído observando el paisaje y entonces, mientras recogía los muchos pergaminos decidió ‘tomar prestado’ el misterioso cuaderno que anteriormente le había visto leer a su maestro. Pero para su mayor sorpresa, una vez apartó todos los libros se encontró con que el libro en cuestión no aparecía por ningún lado. Se había esfumado misteriosamente.

Lay que no le había quitado ojo de encima al montón de libros no recordaba que su maestro lo extrajera mientras narraba la historia. Lay en aquel momento, mientras era llamado por su maestro y cargaba la pila de libros que casi no le permitían ver el suelo que pisaba, fue entonces cuando estuvo más seguro de que Lesmes debía ser un brujo.

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Chanyeol no podía esperar a enseñarles el cuaderno a sus amigos, por lo que nada más abrir la puerta del piso que compartía con Kai y D.O, mientras cerraba la puerta sonoramente con la espalda, extrajo de su mochila el cuaderno y avanzó zarandeándolo en alto con la mano como si fuera un trofeo que recientemente hubiera ganado en un concurso.

En el salón estaban Kai y D.O viendo las noticias y tomándose un refresco cómodamente echados en el sofá con ropa cómoda y ligera. Los dos amigos lo miraron sorprendidos por su llegada triunfal y su amenazante sonrisa de loco recién huido del manicomio.

― ¿Qué pasa Chanchan? ¿Qué has visto ya…? ¿Qué…? oye, ¿no habrás comprado ya alguna fricada de esas…?―Kai por un momento se alarmó, porque Chanchan era de aquellos jóvenes que son muy dados a comprarse caprichitos como por ejemplo libros caros, objetos raros en anticuarios entre otras cosas.

―No…¿Nos ha tocado el cupón que compré la semana pasada? ¿Es eso, verdad? ¡¡Dime qué es eso!!―D.O se levantó emocionado. Kai entonces se giró sobresaltado y lo miró contrariado.

El rostro de Chanyeol entonces se tradujo en una gran expresión de confusión, sus amigos no habían dado ni una, pero sin embargo no le iban a dejar explicarse fácilmente, ya que entre ellos comenzaron a discutir.

― ¿CÓMO? ¿Compraste un cupón y no me has dicho nada? ¡¡¡D.O así nuestra relación no puede funcionar, la confianza es primordial, y tú no me cuentas las cosas!!! ¡AGH!― Kai comenzaba con sus bromas pesadas, esta vez imitaba a la ama de casa dolida. Con gesto desdeñoso miró la escena que a continuación se desarrolló ante sus ojos. D.O y Kai comenzaron a discutir entre bromas, a decir tonterías, a liarse a hablar y a hablar y, por lo tanto, a olvidarse de la presencia del pobre Chanyeol.

Tras una lluvia de reprimendas y risas desenfadadas, Chanyeol decidió intervenir entre esos dos chiflados.

― ¡¡A VER!! ¡CALLAROS DE UNA VEZ SI REALMENTE QUERÉIS SABER QUÉ NOTICIA QUIERO DAROS!

Se hizo un silencio sepulcral. De nuevo sentados y tranquilos pero sin deshacerse de unas divertidas sonrisas de triunfo por conseguir sacar de sus casillas a Chanyeol, Kai y D.O escucharon atentos la noticia que el joven estudiante de Traducción e Interpretación tenía que darles.

― ¡Mirad lo que encontré! ¡Un cuaderno antiguo de mitos súper chulo!― su sonrisa de maníaco sexual no concordaba con su descubrimiento que para mayor decepción de sus compañeros no era más que un libro lleno de polvo.

― ¿Un libro? ¿Un libro de la facultad? Joder Chanchan ¡menudo rollo!―exclamó Kai tirándose sobre el sofá con gran cansancio. D.O mientras lo miraba condescendiente, como si el nombrado fuera un niño pequeño pero al mismo tiempo D.O parecía desilusionado también.

― ¿Solo era eso?―preguntó alzando las cejas.

―No es solo eso, mirad, este libro tiene unas escrituras y unos dibujos que…― Chanyeol no pudo terminar la frase, ya que nada más abrir el cuaderno de par en par, una fuerte onda de energía sumió la habitación en oscuridad y a los pocos segundos los tres amigos se vieron rodeados de muchísimas imágenes perdidas en el transcurso del tiempo. Eran recuerdos, vivencias reales donde personas, seres extraños y toda clase de paisajes se movían y pasaban rápidamente como visiones en 3D hasta que finalmente presenciaron una gran explosión y con ella unas pequeñas luces blancas que salían disparadas hacia el cielo y se perdían en el horizonte. De repente una voz habló dentro de la cabeza de ellos:

Una vez rota la unión, cada fragmento se perdió en el tiempo y el espacio y cayeron muy lejos para ser enterrados en el olvido…Hasta hoy.

Aquella voz parecía explicarles la historia del cuaderno y así como piezas inconexas de un puzle los chicos empezaron a hacerse una idea para intentar comprender todo lo que ocurría en aquella sucesión de hechos que de nuevo avanzaban fugazmente casi mareándolos hasta que finalmente un único pensamiento quedó grabado en sus mentes: un gran tesoro les esperaba en algún lugar del mundo.

Tras un último fulgor de luz e imágenes distorsionadas y de nuevo la oscuridad, volvieron a la luz de la habitación iluminada por el día, la tele encendida, el cómodo sofá, el suelo de baldosas bajo sus pies…

Habían vuelto, pero ya no eran los mismos. Conmocionados aún por la visión, los jóvenes se miraron entre ellos con los ojos muy abiertos, casi saltones, sin atreverse a pestañear por la impresión.

―Decidme que vosotros acabáis de ver lo mismo que yo…―pidió asustado D.O.

―Yo…me pareció ver un camello…―respondió Kai con mucho cuidado, mirando alrededor por si aun andaba cerca el animal. Su cuerpo estaba muy hundido en el sofá, como si hubiera caído desde una gran altura. Kai se incorporó lentamente y miró a Chanyeol que acababa de cerrar el cuaderno.

―Yo también lo vi pero…no solo eso…había un desierto y también un enorme campo y…había sitios que me suenan…esto… ¿cómo se llama? eh, eh…¡¡joder ya lo tengo!! ¡Uno de ellos era la ciudad de Petra!―alzó la voz Chanyeol volviendo en sí y sonriendo alucinado por el descubrimiento.

―La ciudad de plata, antigua como el tiempo…―recitó Kai como en trance, recordando las palabras de aquella misteriosa voz que les había hablado.

―Oíd chicos… ¿estáis pensando lo mismo que yo?―sonrió de nuevo Chanyeol muy emocionado.

―Posiblemente no―respondió D.O seguro y serio.

―Creo que no―secundó Kai aún pensativo.

― ¡¡Venga ya chicos!! A ver, acabamos de ver cómo un libro cobraba vida y nos mostraba un mapa del tesoro… Tíos, ¿eso qué significa? ¡¡Pues que tenemos la oportunidad de vivir una aventura!! Y justo ahora cuando terminan los exámenes ¡YUJUUU!― gritó eufórico Chanyeol.

―Pero aún no han terminado― dijeron a la par Kai y D.O molestos.

―Bueno, ya lo sé, pero el caso es que…esto no podemos hacerlo solos, necesitamos la ayuda de alguien con dinero  y D.O, tú conoces a la persona perfecta― Chanyeol se dirigió al de nuevo perplejo D.O que lo miró temeroso.

―No…―empezó a negar con la cabeza perceptiblemente preocupado―…no insinuarás que llame a… ¡NO, DE NINGUNA MANERA! ¡NO PIENSO LLAMAR A SUHO! ¡NO, NO Y NO! ¡NI HABLAR!―rápidamente D.O se incorporó haciendo aspavientos con las manos y se alejó de sus amigos. Kai y Chanyeol se miraron preocupados y rápidamente Kai intervino.

―Venga D.O, no será para tanto…además, tú eres el que más confianza tiene con él… después de todo, fuisteis novios durante 5 años y no creo que después de lo que pasó aún te guarde rencor…

― ¡Cállate Kai, hazme el favor! Tú eres el menos indicado para hablar…―La voz de D.O se había endurecido, y miraba muy serio a Kai. Estaban en el pasillo y pocos segundos después miró a Chanyeol y bajando la mirada se marchó― ¡me voy a dormir!― D.O desapareció por la puerta de su habitación y cerró con fuerza. Kai y Chanyeol quedaron silenciados por la preocupación, pero el segundo aún tenía algo que decir.

―Oye Kai, será mejor que lo busques y lo tranquilices. A ti se te da mejor esas cosas que a mí…―Chanyeol sonrió mordiéndose el labio intranquilo. Kai suspiró y con pies pesados se alejó para ir a buscar a D.O.

Cuando entró en el cuarto, lo encontró tirado bocabajo sobre la cama y este miraba hacia el balcón que disimulado entre las cortinas color celeste y blanco estaba iluminado por la clara luz del sol. Hacía un buen día con una leve brisa que entraba y movía débilmente las cortinas. Kai respiró lentamente para tomar la iniciativa y se acercó. Apoyó una rodilla sobre el colchón que sonó suave y lentamente como un gato se tumbó a su lado y le pasó un brazo por la cintura.

―Vamos D.O, no te enfades…no lo dije con mala intención. Venga…anímate hombre…ya sabes que me tienes a mí para lo que quieras…―Kai se había acercado mucho a D.O, y ahora le susurraba al oído mientras acariciaba su espalda sensualmente. D.O cerró los ojos y frunció las cejas molesto.

―No Kai, para ya, ¡no quiero que hagas eso!― D.O se apartó y lo miró contrariado. Kai avergonzado bajó la mirada.

―Tan solo quería animarte…ya sabes que no significa nada… es solo sexo…―admitió con voz débil.

― ¡PUES POR ESO MISMO! Kai, por juegos como ese Suho rompió conmigo ¡así que déjalo ya! ¡Puedes hacer mucho daño y tú y yo solo somos amigos…!―la voz de D.O sonaba dura y fría.

―Lo siento…yo ya en su momento te pedí perdón pero…pensé que como ya ha pasado mucho tiempo pues…―la voz de Kai cada vez se perdía más y más hasta que dejó de escucharse. Su triste expresión se ocultaba bajo su largo flequillo. Parecía estar llorando. D.O un poco arrepentido por cómo le había hablado se quedó callado, lo miró unos segundos hasta que se acercó a él y le acarició la cabeza.

―Kai, Kai…tranquilo hombre…no…No vayas a llorar por favor…no soporto ver a la gente llorar. Me hace llorar a mi también…vamos…no pasa nada y no estoy enfadado ¿ok?―D.O levantó el rostro de Kai y este con los ojos brillantes le miró apenado.

― ¿Entonces vas a llamar a Suho? ¿Aún tienes su teléfono, verdad?―preguntó esperanzado con chiribitas en los ojos. El rostro de D.O volvió a palidecer pero esta vez más suavemente, bajó la mirada y se mordió el labio inferior.

―No sé Kai, no me veo capaz de pedirle nada…aunque haya pasado el tiempo, no creo que me haya perdonado y además, no sé si voy a ser capaz de mantener la compostura en su presencia…Suho me impone muchísimo…―susurró empezando a palidecer.

―Yo creo que saldrá bien, Suho es muy comprensivo, seguro que tiene incluso ganas de hablar contigo…―afirmó Kai más animado.

―Mmmm…Yo no estaría tan seguro…―D.O estaba pensativo, con la mirada en la nada pero entonces una idea iluminó su mente súbitamente y sus comisuras comenzaron a curvarse ― ¿Kai…? Si yo llamo a Suho…tú tienes que llamar a Sehun, él entiende de historia y símbolos raros y seguro que nos es muy útil en esto…―D.O hablaba para Kai pero sonaba casi como si sólo pensara en voz alta. Comenzó a sonreír malévolo. Kai entonces fue quien palideció esta vez.

― ¿Que qué? ¿Que yo llame a Sehun? Espera D.O…¿Tú…tú sabes lo que me estas pidiendo? nonono ¡no quiero! ¡No a Sehun…! ¡¿Pero qué…?! No es no―concluyó Kai visiblemente nervioso.

― ¿Cómo que no? O sea, yo tengo que llamar a Suho, a mi ex, quien cree erróneamente que le fui infiel y tú no eres capaz de llamar a Sehun? ¿No se suponía que lo tenías superado, Kai? ¿O es que acaso todavía estás loco por él, eh? ¿Es por eso que te gusta jugar con los demás eh?―la sonrisa de suficiencia de  D.O se hizo más amplia.

―No, no es eso. ¿Yo, loco por él? ¡Ja! Venga ya…lo de Sehun lo tengo más que olvidado, eso es historia…

―Pues demuéstralo― le reto D.O; Kai tragó saliva y tuvo miedo ante aquella penetrante mirada. Al final iba a tener que hacerlo, dijese lo que dijese.

*******************************************

El bosque estaba tranquilo, las pequeñas y plumiferas aves cantaban suaves canciones que en consonancia con el ruido del agua de los arroyos y el suave rumor de las copas de los árboles creaba un ambiente de desasosiego y paz que envolvía a la pequeña casa del herrero Huang. De la chimenea de esta edificación de madera y barro salía una alargada cola de humo, claro indicador de que el viejo herrero, antiguo guerrero del ejército imperial, llevaba a cabo su actividad de forja de espadas. En el interior de la vivienda hacia un calor sofocante, pero sus inquilinos padre e hijo ya estaban acostumbrados. Sus pieles morenas y brillantes se marcaban en sus fuertes músculos de los brazos mientras enfriaban el metal en cubos de agua y luego imprimían los últimos retoques de la decoración fijada para cada espada que producían juntos. Esta finalmente se convertía en una verdadera obra de arte, su sello propio, su identidad, su reconocimiento en todo el reino. Tao que así se llamaba el joven hijo del herrero, aunque aún le quedaba mucho por aprender era un espléndido forjador y al mismo tiempo un magnífico espadachín. Su padre en secreto desde muy pequeño le había transmitido todos los conocimientos que aprendió una vez estuvo en la escuela para militares y luego mientras sirviera a la corte durante muchos años. Ahora jubilado, podía disfrutar de la compañía de su hijo y de aquel honrado oficio que requería tanto esfuerzo pero que al mismo tiempo era tan elogiado por todos.

Tao en aquellos momentos mientras limpiaba varias espadas miraba y sonreía a su padre el cual volvía a relatarle una de sus mayores hazañas en el campo de la batalla. Pero aquella animada narración tendría que posponerse. Había llegado una visita anunciada por una pequeña campana que tintineó en lo alto de la puerta al ser accionada desde el exterior. Rápidamente el maestro herrero urgió a su hijo a que se mantuviera aparte con su tarea y que no mirara directamente a sus importantes visitantes. Aunque en otros tiempos el gran herrero hubiera sido servidor del rey no por ello dejaban de pertenecer tanto padre como hijo a una estirpe inferior y por ello no podían mirar directamente a los ojos de la realeza.

El viejo herrero abrió la puerta y con una grata sonrisa recibió a su amigo Lesmes y a los paladines con una solemne inclinación de cabeza.

―Pasad, pasad sus majestades, y perdonad el desorden, esta labor requiere tener siempre a mano toda clase de objetos y vivir entre metal y fuego no permite mucha limpieza a dos hombres que viven solos.

―Tienes toda la razón viejo amigo, y sin una mujer las tareas del hogar son trabajo pesado para el hombre― ambos rieron sus comentarios y pasaron a ver el encargo que Lesmes había realizado en nombre del soberano.

―Como puedes ver aquí están todas las armas que me pediste― respondió orgulloso de su trabajo el experto herrero. Lesmes sonrió admirado por el resultado final. Los príncipes aún andaban maravillados observando toda clase de herramientas y armas de todos los tamaños que colgaban de las paredes. Xiumin y Kris comentaban sobre sus extrañas formas hasta que Lesmes les llamó la atención y corrieron a su encuentro para mirar sus nuevas espadas reales.

―Wahh son alucinantes… ¡mira que acabado! wow…― tanto Xiumin como Kris eran grandes amantes de la lucha y las armas muy al contrario que Lay quien tenía aficiones muy distintas a la de sus hermanos. Lesmes miró como el solitario príncipe se detenía a observar el lugar y concretamente luego fijaba la vista en el hijo del herrero y comenzaba a andar hacia él. Lesmes entonces se giró a mirar de nuevo las armas.

Que a Lay no le apasionara pelear no significaba que no supiera apreciar el trabajo que denotaban aquellos finos pero a la vez pesados útiles para matar. Lay observó con tranquilidad como aquel joven cabizbajo limpiaba una de las armas más brillantes que había visto en el lugar. Justo en el mango había un unicornio esculpido.

―Vaya…esa espada es realmente hermosa…―afirmó Lay dirigiéndose a Tao el cual repentinamente inquieto lo miró de soslayo pero continuó con la mirada puesta en la espada que tenía en sus manos. Lay deseaba poder examinarla mejor―… ¿me permites?―le pidió con una amable sonrisa. Sus ojos entonces se cruzaron y aunque por un momento Tao quedó indeciso en si darle el arma o no, finalmente una inyección eléctrica accionó lentamente sus brazos que tendieron el arma. Lay cogió la espada por el mango y la alzó para mirar cada trazo de su delicada y suave textura perfectamente pulida con el martillo.

―Es muy ligera…―Lay la movió con suavidad sorprendido por el poco peso de la alargada arma. Tao callado sonrió tímidamente mientras miraba también el arma.

―Qué curioso…en esta ocasión parece que es el arma la que ha llamado a su verdadero propietario―afirmó el herrero Huang sonriente mirando a Lay quien rápidamente se giró y lo miró boquiabierto.

― ¿Es para mí?

―Sí, toda suya mi señor― afirmó protocolario el patriarca. Lesmes y sus dos hermanos sonrieron contentos por la nueva adquisición de Lay quien a su vez sonrió fascinado. De nuevo miró a Tao.

―Gracias, la cuidaré bien―sonrió Lay ampliamente.

Tao agachó el rostro nuevamente sintiendo una pequeña punzada en el pecho. Aquella era la primera vez que hablaban y aunque Tao ya le había visto anteriormente, Lay no. Desde hacía unos pocos años cuando el pequeño príncipe empezó a acompañar a Lesmes en sus visitas a su casa, Tao siempre se había mantenido escondido en algún sitio y simplemente observaba los movimientos del educado muchacho, sus gráciles pasos, su lisa cabellera de color claro. En aquellas breves Tao siempre se percataba de lo tan distintos que eran el uno del otro. Lay ahora era un hombre pero continuaba pareciendo un ser delicado, frágil a los ojos de Tao quien con sus revueltos cabellos negros y su piel curtida por las laboriosas tareas contrastaba en gran medida con la blanca piel de Lay y su ahora perfectamente cortado cabello dejando a un lado un flequillo algo más largo que el resto.

Sus diferencias eran abismales pensó Tao, pero al menos había podido intercambiar algunas palabras con el paladín. Pronto el tema de las espadas quedó aparte y un nuevo tema de conversación dominó al grupo. Tao y Lay miraron al maestro herrero que estaba respondiendo a una pregunta de Kris quien se había interesado por ciertos rumores que se extendían por las aldeas y cuyos ecos resonaban en palacio al final:

―Lo que decís mi señor es cierto en parte: se rumorea que oscuros ejércitos están siendo formados al otro lado del continente. Formados por rebeldes, fugitivos castigados por el rey, asesinos, ladrones, lo peor de este reino; pero puede que afortunadamente sea solo eso, habladurías. No hay motivo para preocuparse.

―Pero Padre, según nuestro amigo de la costa él presenció cierto movimiento en…

―Shhh, ¿no te dije antes que te mantuvieras callado, Tao? Perdonad a mi hijo, es joven e impetuoso, no está acostumbrado aún al protocolo real…―se disculpó el herrero Huang con una forzada sonrisa y haciendo varias reverencias.

―No pasa nada, viejo amigo, yo siento despedirme tan temprano de ti pero a mis alumnos aún les queda muchas cosas por hacer así que debemos marchar. Hasta la próxima― Lesmes sonrió una última vez y se despidió de los inquilinos de la vieja casa. Los príncipes empujados desde la espalda a la fuerza por sus manos salieron sin mucho ánimo, aún deseosos de continuar aquella interesante conversación de intrigas palaciegas; pero por aquel día, en opinión de Lesmes, habían tenido más que suficiente de historias. Lay mientras subía a su caballo volvió a mirar hacia la casa, recordando al joven herrero, sentía curiosidad por su persona, en sus ojos había percibido una profundidad y atracción realmente intrigantes. Debía tratarse de una persona extraordinaria sin duda. Lay se prometió volver algún día por cuenta propia.

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― ¡D.O cielo santo, modérate por favor, que pareces un puto crío que se va a montar en una montaña rusa!― se regañaba a sí mismo mentalmente casi a punto de decirlo en voz alta. D.O tenía los nervios a flor de piel mientras esperaba que se abriera la puerta de aquel piso tan lujoso de la barriada de Gangnam. Abajo en la recepción el portero de siempre le había saludado amistoso, tras mucho tiempo volvían a verse y parecía alegrarse por ello. D.O tan sólo fue capaz de sonreír a sus atentas palabras y muy incómodo avanzó hasta el ascensor. Ahora de nuevo se enfrentaba a aquella puerta, no sabía que iba a decir, ni cómo explicar las estupideces que Kai y Chanyeol le habían pedido que dijera. D.O simplemente se sentía como un loco a punto de ser reclutado para un manicomio o como un soldado suicida a punto de entrar en la casa del enemigo sin pistolas, ni cuchillos. Desarmado de pies a cabeza, tan solo llevando consigo una botella de vino D.O continuaba esperando que Suho abriera la puerta. Realmente no podía creer que le hubiera cogido el teléfono, que incluso su voz hubiera sonado sorprendida y agradable; que pareciera el de siempre como si nada hubiera sucedido pero D.O conocía a Suho y sabía que no podía fiarse, que seguramente algo muy malicioso se escondía bajo aquella tranquila y bella estampa.

Y hablando de belleza, la puerta se había abierto. D.O que hasta el momento había comenzado a hablar consigo mismo entre murmullos de repente quedó silenciado, estupefacto más bien. Suho realmente estaba espectacular y D.O al verlo tragó saliva. De nuevo su boca quedó abierta por aquel ángel que lo miraba también bastante sorprendido. Suho rápidamente sonrió. Muerto, D.O sintió que una flecha había vuelto a atravesar su corazón como hacía 6 años una vez ya lo hizo. Suho estaba arrebatadoramente guapo cuando sonreía.

―Hola, eh…pasa, perdona que tardara en abrir pero estaba liado en la cocina y eso. Por favor pasa, pasa…―Suho se hizo a un lado y D.O muy tenso entró y quedó de espaldas a él. Suho cerró la puerta y apareció a su lado sonriente aún.

― ¿Por qué sonríes maldita sea?―se preguntó mentalmente D.O a punto de caer destrozado pero sin embargo antes de perder los papeles decidió comportarse y tendió la botella a Suho.

―Toma…no sabía muy bien que traer pero como me dijiste que cocinarías pescado pues…traje este vino que-es…q-que pega mucho con el pescado… según…me dijo el hombre de la tienda…jejeje― D.O se rió nervioso. Se sentía como un patán, era un patán, era un maldito manojo de nervios. Suho sonrió ampliamente y tomó la botella.

―No hacía falta D.O…Pero gracias. Ven siéntate, a la comida aún le queda un poco…―Suho se giró y fue a soltar el  vino en la nevera. Muy pronto ambos llegaron a los suaves y aterciopelados sofás de color hueso y modernas formas geométricas. Una vez sentados Suho fue el primero en hablar.

―La verdad es que…estoy sorprendido. Aún no me creo lo de tu llamada. No la esperaba en absoluto jeje…―Suho rió tímidamente echando aire. D.O sonrió avergonzado y comenzó a jugar con sus manos, a frotarlas, mientras se mordía el labio inferior, esperando que la bombilla se encendiera y salieran las palabras adecuadas.

―Si…yo también…digo, yo tampoco lo esperaba pero bueno…aquí estamos de repente y…jeje…―D.O agachó la mirada y un silencio se hizo entre ambos.

―Bueno, cuéntame qué tal te va en la facultad… ¿sigues estudiando magisterio musical?―preguntó entonces Suho buscando  tener cualquier tema de conversación.

―Eh si, la verdad es que sí y bien, me va muy bien…se me da bien y…eso―D.O al principio sonó muy brusco, más de lo que pretendía y luego se dio cuenta de que se estaba repitiendo como un disco rayado. Agachó el rostro y apretó los párpados, nada de aquella noche iba a salir bien. Estaba casi seguro. Entonces intentó formular ahora él las preguntas― ¿y tú qué tal, sigues con lo de tus padres?

―Pues sí, el negocio de mi padre también va bien. Mucho trabajo pero bien, no me puedo quejar tampoco―Suho volvió a sonreír gentil. D.O alzó la mirada y sonrió débilmente asintiendo.

―Me alegro…―afirmó.

Suho en aquel instante abrió los labios como a punto de decir algo para que no volvieran a caer en silencios incómodos pero la señal del microondas indicó que algún alimento había terminado de prepararse. Suho se disculpó y se levantó para ir a la cocina que estaba conectada con el salón tan solo separada por una larguísima mesa con taburetes dispuestos a su alrededor. D.O se levantó y observó que en varios sitios había velas encendidas y que tras sacar el acompañamiento de verduras horneadas, Suho encendió el equipo de música. Una suave y sensual música de Jazz comenzó a sonar y a D.O le recorrió un escalofrío. Aquella situación parecía una cena romántica. ¿Lo era? No había venido para tal cosa pero la verdad, le importaba bien poco. Iba a disfrutarlo al máximo. Al menos la cena olía bien.

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―Sí, lo recuerdo muy bien cuando Baekhyun se cayó en la piscina y tuvimos que sacarle entre varios porque no sabía nadar aún, ¡pobrecito! jajaja― Suho reía achicando sus preciosos y expresivos ojos y D.O también reía con él. Sin darse cuenta, todos los nervios y la incomodidad anteriores se habían esfumado. Como muchas veces antes, ahora hablaban distendidos recordando anécdotas vividas juntos. El vino casi se había acabado y ya era la hora del postre. Suho no le dejó que recogiera nada, le gustaba hacer él mismo aquel tipo de cosas y le había llamado ”su invitado”.D.O recostado en el sofá sentía que el corazón comenzaba a acelerársele por momentos, aún no habían hablado de la auténtica razón que le había traído allí y Suho parecía tan cálido y cercano que temía estropear el ambiente si decía algo fuera de lugar.

―Bueno, no pude conseguir nada mejor, pero espero que te guste. Es la primera vez que compro una tarta así que espero haber acertado…―D.O alzó las cejas y se inclinó hacia la pequeña tarta que Suho depositó en la mesa. Se trataba de una tarta de helado de nata y chocolate. A D.O la nata no le gustaba, pero estaba Suho, que sí le gustaba tres mil veces más. Así que no había problema. Podría hacer un esfuerzo sin problemas.

―No…No tenías que haberte molestado Suho…Bueno, no te preocupes, seguro que está deliciosa como el resto de la cena. De verdad, estoy sorprendido. Has mejorado mucho, estás hecho todo un chef jeje…―D.O notando que la cara le ardía sonrió ampliamente y Suho sonrió abrumado mientras cortaba una porción.

―oh…gracias…―Suho parecía enrojecer, D.O sonriente se mordió el labio inferior y muy contento comenzó a degustar la tarta. Suho por su parte se apartó pero no comió, se quedó mirando a D.O intensamente y muy pronto formuló la pregunta que tanto rato llevaba deseando hacer―…oye D.O…Aún no me has dicho qué era eso tan importante que querías contarme y la verdad, estoy impaciente. ¿De qué se trata?

D.O tragó un buen trozo intentando no saborearlo, y abrió los ojos muchísimo. De nuevo los nervios aprisionaron su garganta. Soltó el plato y se llevó la copa a los labios para terminar con los restos de vino y ayudarse a tragar el helado postre.

―Eh…ejem ejem ―D.O algo molesto se aclaró la garganta y se dispuso a iniciar su difícil respuesta― eh…Suho…no sé cómo decirte esto pero…joder seguramente vas a tomarme por un chiflado pero es que…―D.O lo miró asustado y se calló. Suho muy atento sin apenas pestañear espero a que siguiera pero al ver que no continuaba entonces intervino preocupado.

―No D.O, no voy a pensar eso, vamos continúa, por favor…― pidió comprensivo.

D.O tomó aire y comenzó a contarle a Suho la llegada de Chanyeol con aquel libro. Le contó que al abrirlo éste tomó vida y de entre sus páginas salieron imágenes en movimiento que los envolvieron a los tres como si realmente estuvieran viajando por el mundo a una velocidad vertiginosa y que luego en sus mentes quedó grabado el mismo mensaje: que tenían que encontrar un tesoro. Suho durante toda la explicación no pronunció palabra alguna y muy atento escuchó a D.O hasta que este terminó, tomó aire y sofocado comenzó a reírse nervioso.

―Dios…no sé cómo he podido contarte todo esto. Seguro que ahora no importa que diga cualquier cosa que estoy sintiendo ahora mismo, total, ya nada puede ser peor…

― ¿De qué estás hablando D.O?―Suho se había quedado pensativo pero pronto sus cejas se fruncieron por lo confundido que estaba.

―Estoy hablando de mis sentimientos Suho. Siento todo lo que pasó, siento mucho tener que estar pidiéndote ayuda porque no me lo merezco después de lo que pasó con Kai y…yo aún estoy loco por ti y…―D.O que no había sido capaz de mirarle mientras hablaba por fin se decidió y alzó el rostro para mirar a Suho pero lo que no se esperaba es que éste estuviera tan cerca que sus labios colisionaron bruscamente acallando las desesperadas palabras de D.O.

Suho ya tenía los ojos cerrados, estaba echado sobre él, poco a poco resbalándose de la esquina del sofá, metiéndose en el sofá donde D.O y maravillado saboreó sus carnosos labios que ahora sabían a nata. El otro pronto cerró los ojos y correspondió a aquel beso, al principio torpemente pero conforme Suho lo acariciaba, tocándole el rostro y el cuello muy pronto hizo lo mismo y comenzó a besarlo con gran pasión.

―D.O…No sabes lo mucho que te he echado de menos…―jadeó Suho sobre sus labios mientras acariciaba su pecho y lo acercaba más a él desde la cintura.

D.O casi sin aire volvió a besarlo sonoramente a cada nuevo encuentro de sus labios y suspiró  de deseo. Ya estaban tumbados en el sofá y Suho sobre D.O peleaba por introducirse en su boca con su enfurecida lengua. D.O entonces gimió al notar sus manos en su pelo y debajo de su camisa. Quería decirle tantas cosas que todas las palabras se habían amontonado obstruyendo su garganta y paralizando una parte de su cerebro. D.O se había convertido en manos, labios y saliva, tan solo era carne y ansia. Tan solo podía sentir dos cosas: amor y deseo. Suho poco a poco bajó su boca por la barbilla de D.O, mordiendo suavemente allí y allá, llegando a su cuello y apresando entre sus labios justo la zona de la nuez. D.O suspiró extasiado mientras notaba cómo su ropa iba siendo desabotonada al compás de la húmeda boca de Suho.

―Suho…ah…dime que no estoy soñando…ah ah…―el nombrado cuya boca había llegado a sus pantalones se detuvo unos instantes para mirar al ahora D.O que apoyándose sobre sus codos lo observaba ciego de deseo. Suho con los ojos entrecerrados y ardiendo masajeó su entrepierna haciéndole vibrar.

―No…D.O…no es un sueño…esto es real…―Suho subió y tumbado sobre él le miró directamente a los ojos― por favor, perdóname…por no creerte la última vez…―Suho se abalanzó de nuevo sobre sus labios pero ahora D.O con los ojos muy abiertos era quien no podía creer lo que acababa de escuchar, ¿Suho se había disculpado? ¿Por qué? ¿Cómo? D.O no entendía nada.

―P-pero Suho… ¿Por qué dices eso…yo…?

―Tranquilo, ayer Kai se pasó por aquí y…aunque por un momento estuve a punto de patearle el culo― Suho sonrió y susurrando le informó sobre aquello que desconocía―…él de rodillas me lo explicó todo, me dijo que él estaba borracho y tú dormido y que yo llegué en el momento más oportuno jeje. Dijo que aquello nunca había significado nada y me pidió que no fuera muy duro contigo…y bueno, aquí estamos ahora, tú debajo y yo encima…―Suho sonrió radiante―D.O, vamos a mi habitación por favor…

―Lo que tú digas…―D.O asintió repetidas veces y ambos entre sonrisas se besaron con fuerza y se ayudaron a levantarse. Suho se mordió el labio inferior mientras llevaba de la mano a D.O a quien le lanzaba miradas y luego tiró de él en dirección a su cuarto. D.O mientras se dejaba arrastrar suspiró aliviado de que las cosas hubieran tomado aquel camino, de que Kai hubiera hecho por una vez lo correcto, de que ahora Suho se girara y lo apresara del trasero mientras lo besaba jadeante contra la puerta de su cuarto. Ésta al estar entreabierta no tardó en ceder y anduvieron sin dejar de besarse hasta que cayeron en la cama. D.O se deshizo de sus pantalones quedando en ropa interior sobre Suho quien no dejaba de masajear sus glúteos.

― ¿Me has perdonado entonces?―preguntó D.O aun temeroso mientras besaba suavemente a Suho y acariciaba su pelo. Este entre besos y jadeos sonrió travieso.

―Eso depende de lo que hagas esta noche…―D.O al oír esto rió colorado y se lanzó como un animal a lamer sus labios y a morderlos mientras comenzaba a friccionar su cuerpo contra el de Suho.

Rodaron por la cama casi a punto de caerse. Entre risas se arrebataron el uno al otro la ropa interior y D.O tomó la iniciativa entonces. Iba a demostrarle que verdaderamente se merecía una disculpa por tenerlo todo aquel tiempo a pan y agua.

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Despertarse desnudo en la cama de Suho era casi tan placentero como hacer el amor con él. D.O abrió los ojos bajo la claridad de un nuevo día y sintiendo un brazo rodear su cintura. Una tranquila respiración rozaba su rasurada nuca. Irremediablemente se mordió el labio inferior y apretó el rostro contra la almohada para ahogar un grito de triunfo. Estaba tan contento…Suho comenzaba a moverse inquieto, posiblemente al igual que a él la luz del sol lo había despertado.

D.O se giró entonces y sonriente besó la frente de Suho que estaba durmiendo fuera de la almohada, con el rostro de perfil en el colchón. Suho adormilado arrugó el rostro pero pronto sonrió y abrió un ojo. Una mano voló a la cabeza de D.O para obligarle a bajar pero entonces antes de que pudieran darse un beso como es debido, el móvil de D.O vibró dentro del bolsillo de sus pantalones tirados encima de la alfombra.

D.O entonces comenzó a hacer pucheros y Suho comenzó a reírse. Ambos ignoraron unos segundos el móvil y se besaron igualmente. D.O entonces comenzando a pensar qué clase de barbaridades iba a soltarle al responsable de aquella temprana llamada, en el último momento, antes de articular vocal alguna, la voz de Kai lo aplacó:

―D.O, antes de que blasfemes contra mi familia y mi persona…Si no estás aquí espero que sea porque sigues aún con Suho jejeje y bueno, yo me alegro por ello. Si te llamo a estas horas es para decirte que ya hablé con Sehun y quiero que sepas que te odio.

―El sentimiento es mutuo ¿algo mas o solo me has llamado para eso?―sonó cortante D.O bajo la atenta mirada de Suho que comenzaba a salirse de entre las sábanas completamente desnudo y de rodillas sobre el colchón, lo abrazaba desde la cintura.

―No, también quería decirte que tanto tú como Suho estáis invitados a comer el próximo finde en la casa de Sehun. Hará un picnic en su terraza. Eso es todo…―la voz de Kai por momentos se subía y finalmente descendió.  D.O aceptó y sin decir nada más le colgó. Suho había empezado a morderle y jugando volvieron a liarse entre las sábanas, para desperezar sus suaves cuerpos ¿y por qué no? Desayunarse el uno al otro ya de paso.

―El finde que viene tenemos un picnic en casa de Sehun, ¿vendrás?―D.O se deleitaba en aquel instante dando pequeños mordisquitos al tierno hombro de Suho.

― ¿Un picnic? pero… ¿vosotros no estáis de exámenes aún?

―Casi, pero da igual…un día es un día y además…esto va a ser importante…―D.O se tumbó sobre Suho y comenzaron una nueva ronda de románticos besos con sabor a reconciliación.

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Sonreír. Tenía que sonreír y disimular su nerviosismo. Aquellas notas mentales eran repetidas una y otra vez por Kai mientras sostenía aquella ensaladera llena de ensalada de patatas, bacalao, naranja y aceitunas que él mismo había hecho tras leer una receta de comida española en Internet. Según la página, la ensalada estaba deliciosa. Según sus amigos, parecía asquerosa. No obstante, Kai le parecía un digno experimento de ser probado. Aunque quizás se había pasado con el aceite…

Ya habían llegado a la casa de Sehun. Era una casa de tres pisos, dos superiores y uno subterráneo. El pastor alemán de Sehun ya estaba ladrando cuando el grupo de amigos se apelotonaron frente a la puerta principal. Era domingo y al parecer estaba Sehun solo en casa.

Pronto su atrayente voz sonó a lo lejos mandando callar a la perra. Tras la puerta de madera entonces se escucharon el ruido de llaves. Kai estaba en primera línea. Tragó saliva preocupado. Detrás de él estaba la parejita reconciliada y a un lado Chanyeol que no dejaba quieto el cuaderno.

―Cuando le da por algo no para…―afirmó D.O lanzándole una mirada cansada. Suho se rió contento sin dejar de acariciar a su novio como si fuera un caniche.

―Chanyeol necesita una novia…―respondió Suho. La pareja se rió por lo bajo.

Chanyeol no los escuchaba, él solo tenía sus cinco sentidos para el cuaderno.

Kai resopló y movió su flequillo que ya estaba un poco largo para su gusto. Hacía mucho calor y más de saber que iba a verle a él.

Oh dios mío, ahí está…―pensó Kai tensándose como un gato.

Sehun acababa de abrir la puerta y al primero que miró fue a Kai. Una amistosa sonrisa se curvó en sus labios:

―Hola, ¿hacía mucho que no nos veíamos, eh? ―pero Sehun pronto se dirigió al resto― habéis estado muy desaparecidos todos eh…Oh, vaya… ¿Volvéis a estar juntos?―Sehun se fijó entonces en lo cercanos que estaban Suho y D.O que prácticamente estaban echados el uno encima del otro. Volvió a sonreír complacido― id pasando, que seguro que tenéis muchas cosas que contadme y la verdad que estoy deseoso de que me contéis esa historia del cuaderno…―Sehun dedicó una intensa mirada a Kai y le revolvió el pelo con cariño. Kai se escabulló y aceleró sus pasos. Volvió a resoplar angustiado mientras entraba por el marco de la segunda puerta de la casa donde colgaba una cortina de cuentecillas de muchos colores que tras su paso se balanceó ruidosa.

Tras algunos saludos con abrazos y amistosas palmaditas en la espalda, el último en entrar fue Chanyeol que distraído seguía leyendo con las gafas caídas hasta la punta de la nariz. Sehun se rió al verlo tan concentrado leyendo. A los pocos segundos ya estaban todos reunidos en la cocina y soltaron las bolsas con refrescos y fiambreras. Aunque ya tenían algunas comidas preparadas de casa, Suho iba a cocinar algo, pero esta vez sería carne y lo haría junto a Sehun en la barbacoa que ya estaba preparada junto al jacuzzi exterior que estaba en el porche. Estaba apagado, pero era un foco de gran atención para el grupo de amigos.

― ¿Crees que Sehun nos dejaría darnos un bañito? Estaría bien que todos se quedaran en casa y que tú y yo…―Suho  entre susurros al oído de D.O le hizo sonrojar y empezar a reírse por lo bajo. El resto los miró y se rieron, volvían a ser los de siempre. Kai no soltaba la ensaladera, la miraba y era tan grande que no sabía dónde colocarla. De repente Sehun se le acercó.

―Déjame, ya le buscó un hueco en la otra nevera que tengo afuera―sonrió amable. Kai balbuceante se la tendió y después se restregó las húmedas manos por los pantalones.

Entrada bien la tarde por fin todos comenzaron a comer. Un delicioso olor a sabrosas salsas y a carne a la parrilla inundaba el porche y algunos vecinos se asomaron a ver el animado ambiente que se disponía allí. Sehun seguía apartando carne y patatas fritas para cuando de repente un nuevo comensal se presentó aún en pijama.

―Qué hambre…yo quiero de eso…―todos se sorprendieron al oír a Baekhyun el hermano mayor de Sehun  y aparecer descalzo con un florido pantalón corto y una camiseta de tirantillas blanca, restregándose el rostro con una mano cerrada como si fuera un niño pequeño.

―Que mono…Tan solo le falta el osito de peluche arrastrándolo….― afirmó gracioso D.O comenzando a reírse. Baekhyun lo miró furtivamente y luego al resto. Aunque seguía atontado ya había empezado a darse cuenta de cuántas personas le estaban viendo con tales pintas tan desaliñadas. Todos empezaron a reírse.

―Bah…―Baekhyun los ignoró y haciendo un aspaviento con la mano derecha avanzó hasta Sehun que suspirando cansado se giró para notar como Baekhyun se enroscaba a su cintura y le suplicaba alimento.

―Dame una hamburguesa porfa…

― ¿Para eso te levantas no? ¡Para comer! ¡Uugghh… menuda vergüenza de hermano mayor! ¡No eres un buen ejemplo a seguir, ehhh!

―Ni quiero serlo…pero antes de que sigas despotricando contra mí, dame de comer tengo hambre. ―Baekhyun dirigió su mirada a lo largo de la mesa desplegada y llena de entrantes y olorosos platos calientes― Eh…quiero de eso, eso y eso también…y sé más educado con tu hermano mayor…―Baekhyun le dio pequeñas palmadas en la cara. Se enderezó para estirarse y una vez recibió su plato lleno de comida, le plantó un sonoro beso en la parte alta de la cabeza. Los amigos volvieron a reírse, incluido Kai que estaba más relajado ahora que degustaba su ensalada que al final resultó estar deliciosa.

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Ahora que todos tenían los estómagos llenos habían decidido hacer la digestión y alejarse del sofocante sol para más tarde disfrutar del jacuzzi. Sehun finalmente había cedido a la insistente forma de ser de Suho. Todos entonces se habían instalado en el amplio salón de la casa donde había varios sofás, una mesa de madera en el centro y al fondo una enorme pantalla de plasma con un gran equipo de sonido que casi no tendría nada que envidiarle a una sala de cine. Echado en los mullidos sillones de la rústica casa, Chanyeol era el que presidía la reunión.

―Bueno Baekhyun, como tú has sido el último en unirte al grupo te explicaré de qué va esto, ahora voy a abrir este libro y no sé qué es lo que va a ocurrir pero bajo ningún concepto te muevas de esa silla ¿ok? no sé qué podría pasar…

― ¡oh dios, qué miedo…! un libro… ¡uuuh…! ¡¿Pero Chanchan qué estás diciendo!?!! ¡Jajajaja! ¿Qué es? ¿El libro de Jumanji edición de coleccionista o qué? jajaja―Baekhyun comenzó a descuajaringarse de la risa pero pronto se tranquilizó al notar las serias miradas de todos, incluidas las de su propio hermano― vale, ya me callo. Sigue contando Chanchan… ¿abres el libro y…?

―Bueno, el caso es que algunos de nosotros ya lo hemos abierto y a veces suceden cosas muy raras y otras veces no…Yo solo espero que ahora todos juntos veamos lo mismo…Así que…allá vamos…―Chanyeol inspiró con fuerza y se mordió el labio inferior mientras abría el libro lentamente. El grupo fijó la vista sobre las páginas y al principio nada ocurrió por lo que la primera reacción de Baekhyun fue la de estallar en risas de nuevo pero muy pronto tuvo un buen motivo para dejar de hacerlo.

La habitación entera empezó a cambiar con rapidez, los muebles temblaron y pronto todo desapareció a excepción de sus asientos, quedando envuelto en un nuevo lugar donde solo uno de ellos había estado anteriormente. Suho se incorporó y alzó una mano.

―Cielos…parece tan real…

―Pero no lo es, aunque intentes tocarlo… ¿ves? no se puede. Es como estar dentro del papel, como un juego 3D híper real…―susurró D.O fascinado mientras intentaba tocar la vegetación.

Esta vez sin embargo aquella ilusión iba mucho más allá. Como nunca antes, los colores eran perceptibles, había ruidos, cantar de pájaros, el sonido del viento, y entonces unas palabras de una conocida voz comenzó a hablarles…

‘Las piedras, el agua, la fuerza, el fuego…están ahí. El tesoro espera ser encontrado, espera vuestra llegada, la de los elegidos…’

― ¿El tesoro?―se extrañó Sehun que miró a Kai.

―Sí, al parecer hay algo escondido aquí pero… ¿dónde estamos? Me suena pero no consigo…

―Yo he estado anteriormente en este lugar. ―interrumpió entonces Suho dando un paso hacia delante mientras mantenía la mirada clavada en una gran construcción que se erigía ante ellos―Es México…esto que estamos viendo es el Chichén Itzá. Estuve allí hace dos veranos atrás…―Suho se giró al grupo que asombrados  miraban el impresionante monumento. Baekhyun era el más sorprendido de todos. Aún no se había movido y seguía hundido en la silla. Además, había subido los pies y asustado miraba fijamente las imágenes que otra vez volvían a moverse. Estaban cambiando de lugar de nuevo y como si se tratara de un torbellino de color pronto todo dejó de girar y el verde y la piedra desgastada llena de vegetación fue cambiada por el color naranja, el rojo, y la arena. Estaban en el desierto y el sonido del gruñir de los camellos asustó a Baekhyun que de nuevo pegó un sobresalto al ver pasar por su lado a un camello suelto y rumiante.

‘Petra, la ciudad eterna. El viento, la luz y el viajero sin rumbo se encuentran en su interior. Estos tesoros buscan nuevos dueños y solo pueden ser vosotros, los elegidos’

Una voz etérea hablaba en las cabezas de todos. No era voz de hombre ni de mujer. Esta voz se perdía en el viento, en el eco de aquella gruta entre las rocas donde se erigía la imponente fachada esculpida en la roca. Los chicos miraron hacia el hueco superior donde el cielo se abría diurno y entonces como impulsados por una mano invisible sintieron que se elevaban y cada vez estaban más cerca, sobresaltados algunos ahogaron algún grito, otros simplemente se cogieron de las manos o se abrazaron como el caso de Suho y D.O.

‘El sol no tardará en oscurecerse…dentro de 12 días’

El sol que estaban mirando con dificultad de repente comenzó a ocultarse tras otra esfera completamente negra. Aquello sin lugar a dudas era un eclipse y pronto todo quedó sumido en la oscuridad.

Al poco rato todos sintieron una sensación de caída similar a la que se experimenta en sueños y de repente, gradualmente la luz volvió a sus ojos que fueron abriendo despacio y allí estaban todos, tirados encima del sofá o como Baekhyun, espatarrado en el suelo porque se había caído de la silla.

 

―Ahh…mi cabeza… ¡qué sensación más rara y…dios…!―Sehun se tocaba la cabeza mientras apretaba los párpados. El resto pestañeaba como si acabaran de salir de una sesión de cine en primera fila. Los ojos les molestaban y sentían cierta presión en las sienes. Chanyeol aún algo mareado se levantó con el cuaderno en mano y cerrado.

―Guau… esta vez ha sido mucho más real que las últimas veces… ¡uf! Bueno, ahora que todos hemos vuelto a la realidad, chicos, quiero preguntaros una cosa ¿hemos visto y oído todos lo mismo?

 

―Yo he vuelto a ver un camello…―indicó Kai. Baekhyun alzó una mano aún con la cara en el suelo.

 

―Yo también― farfulló dolorido mientras Sehun lo ayudaba a levantarse junto a Chanyeol. Este volvió a su sitio.

―Vale, sí, todos hemos visto el camello, ¡¿pero queréis concentraros?! ¡Joder el camello no es lo más importante!―Chanyeol comenzaba a desquiciarse. Respiró hondo entonces y siguió, esta vez, hablando más calmado, o eso intentó― lo más importante es… que ya sabemos dónde ir y cuándo. Ahora el problema es cómo.

 

Las miradas rápidamente se dirigieron a Suho quien miró a D.O algo preocupado.

―Si habláis de transporte…yo no sé si podré pero mis padres trabajan en una agencia de viajes…Quizás la única salida a esto sería…escoger viajes de lujo…de esos que hay en grupos pequeños porque al Chichén Itzá no se puede subir como simples turistas. Tenemos que ir en la bussiness class y creo que lo mejor será hacerlo acompañados de algunos contactos de mi padre. Hay mucha gente allí en México que le debe favores así que… algunos podríamos ir en barco o avión hacia allí y luego, para la ciudad de Petra, seguramente lo mejor sería coger un avión y…quizás hacer otra parte en coche…no sé…decidme vosotros…jeje― sonrió tímido Suho. El grupo pareció estar perfectamente conforme. Todos sonreían ampliamente, excepto Baekhyun que aún se estaba recuperando de la impresión.

 

―Yo, si me dejas esa caravana tan chula que tienes me recorro Jordania entera vaya…― afirmó divertido Sehun. Baekhyun a su lado alzó la mano. El grupo le miró atento.

―Yo también, por suelo, por suelo es mejor…―se llevó una mano al estómago y su hermano se rió mientras lo zarandeaba.

―Hum…qué gracioso, eso ya lo veremos…―Sehun miró a Baekhyun entrecerrando los ojos. Baekhyun sacó morritos y puso cara de cachorro.

―Soy tú hermano mayor, y me merezco viajar tanto como tú…― protestó con voz aguda. Sehun se lo quedó mirando de hito en hito. A veces dudaba de quién de los dos era realmente el hermano mayor y quién el menor.

 

― ¡Yo voy con él! Siempre he querido ir a Petra, la ciudad de piedra…― sonrió Kai emocionado. Sehun se giró y le sonrió amistoso. Alzó una mano e hicieron un High Five.

―Vale…yo os la dejo pero me la tenéis que cuidar bien ¿eh? jeje― rió Suho con Sehun. D.O entonces miró a Chanyeol.

 

―Bueno, entonces tú…Chanyeol… ¿te vendrías con nosotros en barco?

― ¿Un crucero de lujo? Vale, pero siempre que me prometáis que voy a ir dormido. Así seguro que no me entero. Esa es mi condición, ya que prefiero morir dormido y ahogado que explotar por los aires.

 

― ¡¡Oye!!!― se quejaron a la par Sehun y Baekhyun. Kai y el resto se rieron con Chanyeol y su oscuro humor. Quizás sobre gustos para viajar tenían muchos y dispares, pero si había algo en lo que todos coincidían era que la aventura no había hecho más que comenzar y que la iban a disfrutar al límite.

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Después de varias semanas, finalmente Lay había conseguido zafarse de la vigilancia de los guardias y del pesado de Lesmes. Lay corrió muy animado atravesando el bosque y mirando a ratos a sus espaldas por si sus hermanos le seguían o quizás algún espía enviado por Lesmes. Lay hacía bien en no fiarse, no sería la primera vez que lo seguían. Aunque pareciera mentira dada su edad, sin embargo muchos le trataban como un niño al igual que a sus otros hermanos.

Lay al poco rato divisó la hogareña y desvencijada casa de Tao. Se detuvo ante la puerta y miró el cordel rojo para llamar. Antes de hacerlo, agarró el mango de su espada. La observó encantado. Blanca como el marfil, su espada fulguraba como la plata y de hecho, así es como a veces a Tao le gustaba llamarla, la espada de plata. Lay entonces agarró con los dedos el cordel pero antes de que pudiera tirar del más mínimo centímetro, alguien a sus espaldas y justo a la izquierda le chistó a lo lejos.

― ¡Tschh! no llames, mi padre está dormido. Suelta eso…―Tao apareció escondido tras una esquina y anduvo hacia él sonriente. Lay se rió echando aire por la nariz.

― ¿Vamos?―Lay sonrió suavemente. No les había costado hacerse amigos. Aunque a aquellas alturas habían quedado contadas veces, los confiados amigos entonces se encaminaron hacia el interior del bosque.

Tras largo rato andando, llegaron a un sitio de su gusto y pararon a descansar y a beber agua. Un pequeño riachuelo pasaba entre troncos caídos. Muchas plantas y coníferas se alzaban hermosas y brillantes. Entre los matorrales había flores amarillas cuyo interior desprendía una delicada luz parpadeante que iba en sintonía con las abejas que también brillaban en la oscuridad. Lay observó maravillado. Nunca podría cansarse de la belleza del reino de la Luna Eterna. Tras aquel momento de contemplación, Lay subió por el tronco de un árbol hasta una de las más gruesas y bajas ramas. Entonces extrajo un libro de un bolso que llevaba a la espalda. Tao sonriente se sentó en una roca y sin apartar la mirada alzada hacia el joven príncipe, esperó a que comenzara a leer. Aquella era una de las muchas cosas que solían hacer juntos, a Tao le gustaba mucho escuchar las historias de Lay y a este último le encanta contárselas. Al contrario que a sus hermanos, Tao era un atento oyente.

Transcurrió una hora llena de relatos sobre viejas batallas entre sus antepasados y los dioses. Tao al final comenzaba a cansarse y a tener ganas de cambiar de actividad por lo que se levantó y tiró una piedra al tronco para llamarle la atención a Lay que aún seguía leyendo muy concentrado.

―Oye, podríamos ponernos a hacer otra cosa ¿no…?

― ¡oh! ¡¿No me digas que te estás aburriendo?! ¡Si fuiste tú quien me pidió que te enseñara este libro!―exclamó Lay con una sonrisa pero poniendo una voz dolida. En realidad le gustaba sobreactuar, por lo que aquello podía convertirse en un divertido juego.

―No, no es eso pero… jeje esta tarde habíamos quedado para practicar esgrima, tú mismo dijiste que necesitabas ayuda ¿O lo habías olvidado?―sonrió Tao tímido mirándolo desde el suelo. Lay que había estado tumbado sobre la rama hasta aquel momento, se sentó y se rió antes de dejarse caer y aterrizar con elegancia en el suelo. Tao arqueó una ceja y sonrió de lado mientras lo veía acercarse.

―No, no lo he olvidado pero te equivocas en algo. Yo no dije que necesitara ayuda ―afirmó Lay con una sonrisa de suficiencia. Tao sonrió travieso.

―Desenvaina tu espada y comprobémoslo―le ordenó. Lay frunció las cejas confuso pero nada más observó a Tao extraer su espada y tomar posición, Lay sonriente hizo lo mismo. Tao de repente miró hacia un lado y Lay lo imitó curioso por saber que le había llamado la atención. Tao rápidamente se giró y jubiloso comenzó su ataque pillando desprevenido a Lay quien con cierta torpeza consiguió repeler su ataque y quedar ambos con las espadas alzadas a punto de tocarse.

―Su majestad debe concentrarse más en lo que hace…le falta disciplina…―advirtió Tao divertido bromeando y concentrando su profunda mirada rasgada en la de Lay.

―No me hables de disciplina, soy un príncipe, disciplina es lo primero que nos enseñan ¿o lo habías olvidado?―le replicó Lay sonriente.

―Ya lo sé, pero tú no tienes a mi padre como tutor. Eso sí que es nacer y aprender disciplina. Un rey es muy diferente de un capitán de la guardia imperial― afirmó Tao imprimiendo más fuerza con la espada en una nueva estocada. Lay se rió y haciendo ruido con sus espadas se separaron y dieron unos pasos atrás.

―Touché― afirmó divertido y volvieron a atacarse nuevamente. Entre golpes y movimientos esquivos durante unos minutos lucharon hasta que finalmente Lay se agachó para esquivarlo, y se giró pero Tao que ya lo esperaba lo esquivó sin esfuerzo y finalmente posó la hoja de su espada en su cuello sin llegar a rozarlo. Lay quedó inmóvil y tenso con la espada extendida pero sin posibilidad de tocar a Tao. Había sido muy lento y había perdido. Lo miró con la mandíbula alzada y sonrió derrotado.

―Vale sí, lo admitiré: necesito un poco de ayuda― rió con cierta vergüenza. Tao sonrió tranquilo y apartó su espada que tras acariciarla volvió a guardarla en su funda.

―Luchas bien, puedes sentirte orgulloso de ser un digno rival mío cuando yo soy el mejor espadachín del reino…―declaró Tao con arrogancia. Lay se rió con malicia.

―Si te oyera mi hermano Kris…no existiría suficiente reino para ocultarte y huir de su furia. Él cree que es ya el mejor espadachín y…creo que algo de razón tiene―soltó Lay alzando las cejas y recogiendo sus cosas mientras volvían a iniciar su paseo por el verde bosque.

―Tu hermano no me da miedo―contestó resuelto Tao.

―Es cierto, perro ladrador poco mordedor―se conformó Lay encogiéndose de hombros mientras andaban entre grandes y redondas piedras.

En muy poco tiempo el bosque se había vuelto más denso de vegetación y las brillantes flores al igual que lo harían unas lámparas, iluminaban su camino junto a la alta luna que se asomaba a ratos entre los milenarios árboles. Tao súbitamente miró alertado a su alrededor. Había notado cierto movimiento sospechoso. Se detuvo y Lay poco después también.

― ¿Ocurre algo Tao?―preguntó Lay atento ahora al más mínimo movimiento a su alrededor.

―Me ha parecido oír algo. Se está acercando. Lay por favor, quédate detrás de mí. No sé si es un animal o una persona pero se acerca por esa dirección…―Tao había desenvainado su espada y la alzaba indicando el lugar de procedencia de los ruidos. Lay que ahora también podía oírlo, le hizo caso y se colocó muy cerca de su espalda. A los pocos segundos se escuchó el trotar de un caballo. ¿Sería un jinete? Tao y Lay esperaron con el cuerpo en tensión.

Lay tocó el mango de su espada cuando de repente de entre la maleza emergió la más bella criatura que ambos habían visto en su vida. Su pelaje blanco brillaba bajo la luz de la luna y su alargado y puntiagudo cuerno aún más, parecía engarzado de diamantes y sus ojos negros brillaron como dos perlas. Tao y Lay no podían creerlo, delante de ellos a escasos metros se había detenido un unicornio, uno real de carne y hueso.

Lay  extasiado por aquella visión se separó de Tao, el cual aún tenía el arma alzada. El animal al ver el brillo de la afilada hoja se alzó sobre sus patas traseras y relinchó enojado. Tao iba a llamar a Lay para que retrocediera pero este en lugar de hacerle caso, le instó a guardar el arma mientras se acercaba al nervioso animal.

―No temas Tao, es imposible que una criatura sagrada como un unicornio nos quiera hacer daño… a menos que se sienta en peligro…guarda tu espada por favor…― Lay hablaba lento y muy calmado, casi en susurros.

Tao observó la escena con el alma en vilo. El corazón le latía muy rápido. El unicornio se veía inquieto, su hocico hacía ruidos, su cabeza se movía como si negara pero era cierto que poco a poco estaba quedándose más y más quieto.

 

―Tranquilo precioso… no queremos hacerte daño… somos amigos, vamos, tranquilo…―Lay comenzó a hablarle tranquilo, a intentar calmarlo con dulces palabras. El unicornio al verlo tan cerca se alzó dos veces más amenazante pero al final se quedó quieto y sus ojos siguieron atentos a la mano alzada de Lay que poco a poco fue acariciando su hocico de color gris y sonrosado.

―Buen chico, buen chico…eres magnífico ¿Lo sabías? Shhh…tranquilo…―Lay continuó acariciándolo aunque el unicornio resoplara a ratos. Finalmente parecían haber congeniado bien. Lay entonces muy contento se giró hacia Tao mientras su mano seguía peinando las crines del majestuoso animal― ¡Ven Tao! acércate, no te hará nada…―sonrió ampliamente Lay. Tao miró al animal directamente a sus ojos negros y a los pocos pasos se vio reflejados en ellos. Obedeció y comenzó a acariciar el cuello lentamente.

― ¿No se suponía que se habían extinguido…? ―preguntó en un susurro Tao casi murmurando para sí. Lay sin dejar de admirar al animal mitológico sonrió emocionado.

―Eso dicen los historiadores y los libros pero… al parecer estábamos equivocados…―afirmó embelesado.

Aquella tarde Tao y Lay habían descubierto algo sorprendente, algo que quizás debería ser un secreto que guardar del resto de la gente; Ambos desconocían de qué forma podía repercutir en el pueblo si conocía la existencia de un animal de tales características por lo que Tao y Lay decidieron no decir nada. Tras pasar dos largas horas con el animal, acariciándolo y dándole algunas galletas que el príncipe había traído en su zurrón, finalmente se despidieron de él. Tao y Lay aun agitaban las manos mientras observaban como el unicornio se perdía en la espesura del bosque para quedar oculto de miradas indiscretas y codiciosas.

―Mañana deberíamos volver… quizás nos reconozca por el olor…parece inteligente―afirmó divertido Tao que distraído removía el suelo con el extremo de su espada enfundada. Lay sonrió contento. Empezaron a bajar una colina.

―Sí, yo ya estoy deseoso de volver a verlo.

―Me pregunto si incluso nos dejaría montarlo…

― ¡Qué dices, Tao! Es un animal sagrado tonto jaja. No se dejan amaestrar como el resto de animales.

Aun estaban riéndose por otros comentarios cuando los jóvenes descubrieron que a lo lejos, una larga comitiva de caballos y carretas iban subiendo la colina de la montaña donde se erigía en lo más alto el castillo donde la familia real y sus vasallos vivían. En la ladera de la montaña se amontonaban muchas y pequeñas casas. A aquellas horas algunos pastores llevaban sus rebaños de vuelta y también se habían detenido a observar aquella comitiva que parecía compuesta de extranjeros. Lay aunque se encontraban a una larga distancia del desfile de jinetes y carrozas, fue capaz de reconocer un estandarte muy particular que ondeaba mecido por el viento. En seguida una gran sonrisa se dibujó en su rostro y muy ilusionado apretó el paso.

― ¡Luhan ha vuelto! ¡Luhan está aquí! ¡Tao, lo del unicornio no ha sido pura casualidad! ¡Ha sido una señal de suerte! ¡Luhan ha vuelto!―Lay continuaba descendiendo apresurado y seguido de Tao que no comprendía a qué venía tanta alegría de repente. El joven herrero parecía muy confundido.

―Pero… ¡Lay! ¿Quién es Luhan?―preguntó deseoso de salir de la intriga.

―Oh jeje. Es cierto, perdona mi excesivo entusiasmo pero…―Lay tomó aire y se detuvo para esperarlo. Una vez a la misma altura, continuó explicando―Luhan es un antiguo amigo de la infancia. Es mi mejor amigo de hecho, pero hace varios años que se marchó y no volví a saber nada más de él. Si ahora sé que ha vuelto es porque… ¿ves ese estandarte negro y blanco? Lleva cosido el símbolo del clan religioso de los monjes del Oeste. Ese estandarte en especial fue uno que cosimos entre mis hermanos y yo con la ayuda de nuestras niñeras. Fue un regalo de despedida. Luhan era huérfano y al no encontrar un maestro que se hiciera cargo de él entró en el servicio religioso. Sin duda es él, estoy seguro…―Lay se giró para volver a mirar la comitiva. Estaba radiante de felicidad. Tao intentó sonreír y contagiarse de su ánimo pero era un poco difícil y más cuando Lay se despidió con prisas y salió corriendo en dirección al palacio. Tao volvía a quedarse solo, volvía a ser el invisible hijo del herrero Huang. Dándose media vuelta regresó sobre sus pasos para volver a su destartalado hogar.

――――――――――――――――――――――――――――――――――――――――――

Lay llegó hasta las puertas de palacio muy sudoroso. Aun recuperando el aire preguntó a los guardias hacia donde se habían dirigido los visitantes y la respuesta fue más que obvia. Lay tras dar las gracias retomó su camino y subió unos pocos escalones que llevaban hasta la corte real. Al final del trayecto, una puerta abierta de par en par le mostró la amplia sala de recepción de visitantes que se disponía en la corte real. Al fondo estaban los asientos reales. Su padre estaba allí y hablaba a una distancia amplia con uno de los monjes superiores. Lay avanzó en medio de un gran grupo de gentes extranjeras de todas las razas. Muchos de ellos eran mercaderes, otros eran nobles en otras tierras, pero a Lay tan solo le interesaba encontrar a una persona en concreto. Siguió avanzando, los allí presentes hacían reverencias y lo saludaban amablemente. Lay apenas podía devolverles el saludo, sus ojos se posaban saltando de una persona a otra hasta que finalmente distinguió la figura de Luhan de espaldas. Todo gracias al estandarte que sujetaba del extremo. Aunque ahora no pudiera apreciarse como antes, aquel símbolo de varias esferas seguía tan hermosamente trazado en él como el primer día. Nada parecía haber cambiado pero una vez Lay y Luhan se vieron las caras, quedó claro que el tiempo si había transcurrido.

Lay de nuevo sonriente corrió entre el gentío, olvidando quien era, olvidando el protocolo y el comportamiento que debía mostrar, ahora tan solo era un joven niño que volvía a reencontrarse con un viejo amigo al que había echado mucho de menos. Para su sorpresa cuando llegó a su lado descubrió que Luhan no estaba solo, allí ya estaba Xiumin que muy sonriente hablaba con él. Xiumin se rio al verlo llegar al trote. Luhan se giró al ver el rostro de Xiumin, y su sonrisa se hizo entonces inmensa. Lay llegó hasta él y lo envolvió con fuerza entre sus brazos. Luhan apretó los párpados mientras lo abrazaba también muy emocionado. Lay sin soltarle lo miró atento y sin dejar de sonreír le habló.

―Vaya…te veo muy bien. Quizás algo delgado pero… ¡oye, tienes pelo! jajaja desde la última vez que te vi me dejaste tan impactado… ¿cuándo te lo dejaste crecer? jaja― Lay comenzó a despeinarlo como si fuera un perro. Luhan se rió y se dejó despeinar encantado.

―Bueno…la verdad es que el último año de recogimiento decidí dejármelo crecer y bueno…así está ahora ¿Estoy mejor así, verdad?―Luhan sonrió y sus ojos se hicieron dos líneas. Xiumin y Lay coincidieron en lo mismo.

―Definitivamente estas mucho mejor con pelo que rapado―afirmó Xiumin mientras Lay por fin lo soltada y asentía con la cabeza. Los tres amigos se rieron.

Luhan hacía exactamente 7 años que se había marchado. Llevar una vida de contemplación, de paz interior y dedicación al rezo, alejado del ajetreo mundano, toda aquella vida religiosa parecía haberlo tratado bien. Pero el caso de Luhan era especial. Tuvo una vida un tanto distinta al resto de pequeños monjes. Dadas sus habilidades y su gran potencial, todo ello lo hizo destacar incluso antes de entrar y aunque no recordaba nada de su pasado, siempre había sido considerado un niño prodigio. Por cuenta propia había aprendido a escribir y conocía varios idiomas. Una vez entró en el templo cercano al castillo, rápidamente pasó a ser uno de los ayudantes de los sacerdotes más importantes que trabajaban en palacio y fue así que su fama le hizo ser llamado por el mismísimo rey para ser entrevistado. De esta forma fue como los tres príncipes le conocieron y rápidamente se convirtieron en amigos desde los 10 años. Especialmente Luhan siempre había pasado mucho tiempo con Lay dado que compartían aficiones muy similares. Luhan había enseñado a Lay a leer y asistía junto a sus hermanos a las clases de Lesmes. Juntos deambulaban por el palacio haciendo algunas travesuras como meterse en las cocinas reales y robar comida o ir a los corrales y asustar a algunos animales. Eran en estas ocasiones cuando los traviesos mellizos de Xiumin y Kris se les unían y lo pasaban en grande. Era por esta misma razón que Lay era quien más debía haber extrañado a Luhan, sin embargo, Kris era otro que en este aspecto le hacía competencia.

Kris bajaba por unas escaleras mirando de soslayo la entretenida escena de conversación entre Lay, Xiumin y Luhan. Los tres reían y parecían ignorar que se aproximaba. Kris respiraba contenidamente, reprimiendo sus ansias de comenzar a correr, manteniendo la compostura. La escalera ya se había terminado, avanzó por la sala para recibir invitados y muy pronto sus hermanos le vieron pero Kris no les miró, tan solo tenía ojos para aquel muchacho que tanto había cambiado desde la última vez que se despidieron. Aquel personaje tan delgado, tan risueño y amable siempre había despertado una debilidad especial en el serio y no siempre maduro príncipe Kris. Era curioso que Luhan fuera el único capaz de hacerle sonreír de verdad. Justo cuando Kris distaba pocos metros de su posición, Luhan se giró y sonrió dulce.

―Hola Kris, me alegro de verte tan alto y apuesto como siempre jeje―el nombrado sonrió emocionado y agachó la cabeza en señal de respuesta. Luhan entonces avanzó hacia él y lo saludó como los monjes acostumbraban a hacer: tomó su rostro entre sus manos y después apoyando sus mejillas tocó el lado derecho e izquierdo del rostro de Kris quien mientras hacía esto cerró los ojos. Luhan al terminar se separó un poco y Kris sonrió suavemente sin apartar la mirada.

Lay y Xiumin sonrieron muy contentos. Luhan había vuelto a casa.

――――――――――――――――――――――――――

―De verdad Lulu, me muero por encontrar ese libro que tenía Lesmes… ¡es que era tan…! Seguro que hizo algo para esconderlo ¡Estoy seguro! Quizás alguno de esos trucos que siempre hace… ¡ufff! ¡¡Quiero encontrarlo!! ¡En serio!― concluyó Lay sin dejar de dar vueltas por la habitación.

Kris y Xiumin mientras le escuchaban distraídos, justo el primero miraba de soslayo a Luhan que estaba sentado frente a él releyendo uno de los libros de Lay, apoyando sobre el escritorio y sonriente por escuchar a Lay tan desesperado. Xiumin por su parte estaba devorando fruta con el cuerpo tumbado en la cama de Lay donde también estaba sentado Kris.

―Pues róbalo― intervino Kris entonces. Todas las miradas fueron a parar a él. Luhan cerró el libro, sus expresivos ojos eran claras interrogaciones que querían saber más. Lay también quería saber más de aquella propuesta.

―Pero ¿cómo? Lesmes siempre cierra con llave su cuarto y lo que lleva consigo lo lleva siempre a buen recaudo. No pierde de vista ni un detalle. Bien deberías saber eso tú y Xiumin ya…

― ¿Estás seguro? Yo creo que está ciego de un ojo…―admitió Xiumin con la boca llena.

―Pues habrá que encontrar un modo ¿no?―intervino de repente Luhan ― Yo también tengo curiosidad por ver ese libro. Después de escuchar a Lay hablar con tanto fervor la verdad es que yo también quiero descubrir que esconde entre sus páginas ese cuaderno― afirmó entonces Luhan sonriente e infantil― Chicos, se me está ocurrido algo…Nosotros en realidad no vamos a robar, tan solo lo tomaremos prestado y puede que si se lo pedimos nos lo deje o quizás no. El caso es que alguien debería pedírselo y mientras, otra persona podría buscarlo o más de una persona…―el rostro de Luhan parecía inocente pero en cuanto sonrió, una traviesa intención se vislumbró en sus ojos.

― ¡Anda con el monje! ¡Lulu ahora más bien parece un truhán! jaja ¿Estás seguro que has estado en un colegio para monjes y no en la guarida de los cien ladrones?― rió Xiumin haciendo que el resto le siguiera y que Luhan se sonrojara un poco. Kris se rió para sí y se miraron sonrientes.

De nuevo volvían los buenos tiempos.

 

 
 

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12 responses to “Relatos del Planeta EXO. Cap 2: What is Love?

  1. Ino

    17/07/2012 at 04:54

    y cortas ahi? Ah? no no no… dejar a Eyi picada es una cosa mala… malo malo, ojala te salga Kriss a media noche y te hale las bragas (asi es que les dicen alla? jum…) (y a mi que me salga tao asdjasdfadadadsfa) y bueno ahora poniedome seria,

    muy buen capitulo, muy bien relatado, aunque me ah costado entender muy bien algunas cosas (que ya aclare, porque no tenia ni idea de los poderes de cada Exo XD pero ahora veo que los poderes de los que ellos hablan en las entrevistan estan bastante ligados a de los que tienes por aca cierto? bueno son cosas de las que supongo yo)

    y bueno.. QUierro ir con Tao!!!! TAooo!!! MIo!!! T_T haremos llaves y espadas juntos y haremos nuestros anillos y nos enamoraremos de Lay juntos!!! …. jajajjajajsjajajjaja ok Bias love mode: on

    oye, te cortaste el pelo XD yo crei que era peluca!! y es cierto el pelo corto mola (como dicen en españa) ya el mio esta cerciendo
    y bueno regresando al tema, porque no seria yo si no me saliera del tema. me gusta el rumbo que esta tomando la historia, es pero que la continues y actualices pronto 😀

    me saludas a pescaito y tu mama 😀

     
    • Sensei

      17/07/2012 at 10:05

      Hola Eyiii!!! pues si hija, lo dejo ahi, lo dejo ahi porque ya me estaba quedando demasiado largo XD pERO bueno no sufras, ya lo seguiré en los dias semanas que siguen 😛

      Y si, ojala pase eso que digas, xdd y bueno lo de halar no es de aqui, se dice bajar, que te baje las bragas o que te quite las bragas (si es que entendi bien lo que querías decir) y yo creía que halar era con j pero bueno quizas se escribe distinto alli ^^

      Aparte de eso, muchas gracias por el comentario y por tu opinión ^^ y siento que te costara entender algunas cosas pero todo es leer despacito y seguir leyendo que todo lo voy aclarando poco a poco, no seas ansiosa, yo voy dando pistas poco a poco ^^

      y ayy que gracia me hizo lo que dijiste de Tao…” y enamorarnos juntos d eLay” XDDDD me parti de la risa XDD

      Muy buena esa, me gusta mucho tu humor de verdad ^^ quizas pienses que no tienes gracia, pero a mi me gustan tus chistes sean malos o buenos n_n

      Y si hija mia , me corte el pelo u.u JOJOJO nada de pelucas!! las pelucas pa los calvos! o para interpretar otros papeles, como hice con la rubia…XDD 8eso si era una peluca ^^))

      Gracias de nuevo, a mi tb me gustó mucho como esta quedando la historia, cada dia que pienso en ella ideo algo nuevo y la verdad que cada vez se parece menos a la idea inicial, pero bueno, todo sea por hacerla mejor y mas original n-n

      besitos!

       
  2. alessa

    17/07/2012 at 09:43

    Me empezo a gustar la historia…. Pero al descubrir q hay KrisHan dejo de leer desde ahora D:…. porq esa pareja la odio con todai alma XD por un traa q me dejp un roll. .. XD. .. Perdon pero leere las demas menos esta…. Igual escribes bien ^^ … Pero amo. Taoris…. Sorry y Fighting!!

     
    • Sensei

      17/07/2012 at 10:00

      Hola Alessa tu comentario me alegra y al mismo tiempo me entristece un poco, pero si temes algo acerca de esa pareja puedo decirte que aqui entre ellos es un yaoi muy soft, te lo puedo asegurar porque se trata de una relacion dificil así que no temas encontrarte yaoi duro o cosas tremendas, realmente habrá escenas de sexo pero no con ellos, este fanfic en cncreto no se centra tanto en el tema erotico, sino más bien en sentimientos nobles y en la accion de la batalla. Te lo digo para avisarte y que no temas leer este cap porque no contiene nada raro ni fuerte, ok? ^^ por favor no tengas miedo a leer, de todas formas cualkier contenido fuerte lo aviso al principio.

      Gracias por comentar y ser tan sincera conmigo 🙂

       
  3. alessa

    19/07/2012 at 08:28

    Ocurre que mi mente cerrada no puede leer aunque sea amor….. Me di cuenta que es mas estructurado, es lo genial del fic… Pero como dije…. Aunque sea solo amor y besos….. La pareja ensi me desagrada… Por gustos mios… Y por esa mala experiencia en el roll XD… De todas formas no te pongas triste, he leido varios tuyos y me encantan. Aun espero el siguiente de Hot Summer ^^ ….. FIGHTING!!

     
    • Sensei

      19/07/2012 at 09:02

      sigo sin entender pero bueno ^^ leer debe ser por que uno quiera asi que lee lo que quieras 🙂 (pero te vas a perder el final de esta historia 9.9 xDD es bromita :P)

      Cuidate Alessa n_n

       
  4. Liz

    21/07/2012 at 19:35

    Vale, no se que hago aquí comentando demasiado taaaaarrdeeee este cap, pero va, te dejo mi comentario de todas maneras, mientras me voy alistando para leer el capi 3 (SHIIIIIII!!!!) jejeje

    ***Tierra ***

    -Ahahahaha Fan declarada Chanchan SE HA DICHO!!xDD Lo amoOOOOOOOOOOO!!!!!!!, es tan, tan nose, pero me encanta, jejeje me divierte sin necesidad de hacer tantas ridiculeces. Y amo cuando Kai le dice Chanchan, xDD, nose pero me parto con eso (Me recuerda a las Ruinas de Chan Chan [Perú] xDD). XDDD y los incrédulos y relajados amigos que tiene no tiene precio. Me partí imaginando a Chanchan con sonrisa de maniaco sexual (pero de los libros xDD), y los otros dos sin darle importancia (me recuerda a cierta personita, por eso talves le agarre el cariño inmediato jujuju* ). XDDD Y luego imaginándolo ahí con el grito eufórico cuando ya había ocurrido lo del libro y todo eso xDDaHHHHHaaajajajaja. Aghh… ya ok, ok, dejo a Chanchan que de seguro ya te estarás aburriendo al leer tantas flores de mi sobre el xDD.

    -Jejeje pobre DO cuando debió haber sufrido en la puerta, sobretodo cuando vió a Suho, todo *O*, ya me lo imagino. XDD, el yaoi no es lo mío, pero cuando un hombre es así de romanticón me vale lo demás. AMO A ESTE PAR!! Ya quisiera yo tener un Suho para mi, de verdad que faltan hombres así en la tierra T______T >3<

    -Jajaja también me encanta el hermano mayor de Sehun, xDD, que pedazo de hermano, y que jodido x Dios, parece un niño!!! Y luego cuando bromeo con el libro de JumanjixDDDDDD, jajaja te pasas Sensei

    -XDDD y luego cuando Chanchan (sigo de nuevo con el) se pone como desquiciado cuando los demás solo acordaban del camello xDDD. Jajaja, me encanta el, no lo puedo evitar! Es algo así como un nerd DESQUICIADO pero escondido bajo una cara bonita *o* LOL

    *** EXO Planet***

    Vale que por momentos me enredaba en este mundo [me gusta la fantasía e historias de reyes y demás, pero vale, no puedo evitar hacerme tanto rollo!!].

    -La historia del viejo Lesmes *Yo imaginándolo algo así como un mago Merlín, jejeje*, me pareció interesante como fantasiosa y romántica. SAD, SAD, SAD T______T. Me cae bien este este viejo, eh.

    -La escena del bosque: Lay leyéndole relatos históricos a Tao, ahhh, y luego la escena del unicornio, ohhhhhxD

    Vale, acabo aquí, estas fueron las partes que mas me gustaron heheheh, ahora a leer el siguiente episodio!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! MUAJAJAJAJA, LOL *Sonrisa de maniatica a lo ChanChan*, LOL que culpa la mía, ahora todas mis compis me llaman Chanchan (les conte del fic y no dejan de molestarme con lo mismo xDDDDDDDDD. )

     
    • Sensei

      22/07/2012 at 10:25

      YUJUUU AL FN UN COMENTARIO TUYO!!! ôUÔ!!! 😀

      *TIERRA

      -Siiiiii!!! Chanchan a mi también me encanta aquí permite mucho juego su personaje ^^ y me rio mucho con él y con los otros: entre Kai que es bastante distraido y locuelo, luego D.O con sus inseguridades y su romanticismo con Suho, y por último los hermanos Sehun y Baek que darán también muchas razones para reir ^^ ya verás en el proximo cap.

      Y si lo de la sonrisa de maniaco sexual fue….omg….me meo XDD wait a sec—xdd tenia en mente todo el rato esa foto de hace tiempo de Chanchan sonriendo ampliamente y abriendo mucho los ojos

      Esta…XDDDDD http://28.media.tumblr.com/tumblr_m2epfkDvEK1rtr8ewo1_500.gif

      y NO TRANQUILA no me aburro de leer tus flores para Chanchan, son bien merecidas y me gusta leerte asi que quitate esa idea de la cabeza RIGHT NOW! 😉

      -y SI…pobre DO….ya verás en que situaciones se tendrá que ver mas adelante ^^ es muy tierno la verdad, con esos labios y esos ojitos de peluche *O*

      -y lo de jumanji me salio solo…estaba pensando en el lugar y en que el libro se los tragara y yo…ooh….Jumanji…me encanta esa pelicula ^^!!!

      *EXOPLANET

      -Es cierto que es complicado, sobre todo por los saltos de mundos, pero bueno, simplemente tienes que pensar que está por un lado el mundo real, moderno como el de hoy en dia, con su polucion y sus coches xd y luego esta el contrario*, el mundo de la luna, siempre es noche allí, alli todo brilla…todo naturaleza, en plan medieval, hadas gnomos, unicornios *O*!!! principes bien guapos…ese tipo de cosas 😛

      -Te o imaginast perfecto, Lesmes es como Merlin si XD

      -Tao y Lay *O* me gustó mucho escribir sus escenas.

      -hahahah aver cuando me pongo, ya lo empecé pero ahora tengo que seguir y en la cabeza ahora mismo tengo a masked love y a talktome rondandome XDD

      Muchas gracias por comentar Chanchan :33 (si no te gusta no te llamare asi pero…jojojo n///n)

      Te cuidas! :DD

       
  5. Fumu (=^-^=)

    14/08/2012 at 22:36

    Waaaaaaaa~~~ >w->… <-<… O.O… Sinceramente, cuando apareció el unicornio me quede alucinada xD realmente me esperaba de todo menos eso xD

    Por favooorrr tienes que seguirrrlooo ó_ò ¿si?¿Porfi?¿Porfi plis?

    Nos leemos unnie ❤ (=^-^=)

     
    • Sensei

      15/08/2012 at 16:48

      Hola Fumu~! ^^!!! jeje me alegra que te sorprendiera la aparicion estelar del unicornio jeje xD como ves me encanta la fantasia n_n! y tranquila el tercer cap va en camino, lo que pasa que será muy largo y estoy trabajando aún en él y es algo complicado de describir pero, dont worry! ^^ a ver si en estos dias lo termino.*O*

      ¡Hasta pronto sweet! 😀

       
  6. biteverde

    20/05/2014 at 14:45

    Luhannnnnnn!!!! que pillo jajaja menudo monje esta hecho jajaja. Por otro lado me da mucha penita Tao, Lay le ha dejado totalmente tirado TT.TT (snif snif) Por cierto, ¿y Chen? ya han salido todos menos él.
    Bueno, volviendo al principio y a “nuestro mundo”, me encanta Chanyeol jajaja ya te he dicho que me identifico totalmente con Chanyeol. Tambien soy una profesional en el arte de la distraccion en epoca de examen o en este caso TFG. Por otro lado me recuerda a ti, cuando te quedas ensimismada que ni siquera respondes si te hablan jajaja. Otra cosa que me ha encantado es la pareja de Suho y DO, nunca me la había planteado pero me gusta mucho ^^ y me estoy empezando a hacer una idea del resto de parejas pero dejaré que me lo aclares tú en los proximos capítulos =P
    Hmmmmm ya no sé que decir, según lo iba leyendo se me ocurrían mil comentarios tontos de los nuestros jajaja la proxima lectura con skype ehh??
    Tan sólo me queda decir que espero con ansia el siguiente ^^
    Fighting omma!!!!!! tu hijita te quiere mucho^^ y tu yerno Minho también^^

     
    • Sensei

      20/05/2014 at 23:00

      Kriiiiiiiiiiiiiiiiiiiis!!!

      por decir alguien

      TTT_TTTTTTT

      kRIS…. kris…..

      Bueno, mejor dejemos de pensar en él. A ver, Tao dejará de estar forever alone. Es demasiado cool, para quedarse solo *_______* Es que Luhan con su llegada ha dejado eclipsado a todo el mundo. Incluso a Chen que está solo viviendo en una isla… bueno, ok no, no mas spopilers.
      SPOPILERS xddddddd

      Chanyeol es uno de los personajes que mas vidilla dan a este fic, junto a la linda pareja de Suho y DO. Me muero de monosidad con ellos. Mientras repasaba este fic no pude evitar añadir más frases y detalles de lo que hacían y me alegra. Ahora está mucho mejor escrito que antes.

      Ya verás el resto de parejas, jijiji

      Gracias por los animos y por el lindo coment. Tu omma también te quiere a ti y a tu rana!

      muaaaaaaaaaaaaaaakkks ❤

       

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