“Es difícil olvidarte” (Chan+Kai fanfic) Capítulo 3

Título: Es difícil olvidarte
Fandom: EXO
Personajes: Chanyeol, Kai y Sehun
Nº de palabras: 6 652
Rating: PG/R
-Resumen: Chanyeol es un estudiante universitario que pasa por una crisis familiar. Su madre quiere casarse por tercera vez y él se niega a ver un tercer divorcio. Todo cambia desde que conoce a Kai. Él le enseñará a divertirse, a disfrutar de la vida y desde entonces, Chanyeol no podrá evitar cuestionarse sus inclinaciones sexuales. Sin embargo, lo peor de todo no es que Kai lo atraiga, sino que es el hijo de Bobby, el novio de su madre, y por lo tanto, su futuro hermano.
-Advertencias: SEXO EXPLICITO :DDDDDD
-Nota: me inspiré en las canciones Tu vas me quitter (Soraya Hamas), Can you hear me baby (Tommy Heavenly), Can’t remember to forget you (Shakira feat Rihanna), Wings (Birdy) y también Dernière Danse (Indila).

 

Capítulo 3: Nuestras primeras citas

Chanyeol se despertó mareado. Estaba empezando a recordar un sueño sobre una sórdida historia mientras, restregándose los párpados, intentaba luchar contra el sueño que parecía aún controlar sus extremidades. Demasiado adormilado prefirió seguir durmiendo pero cuando se giró para realizar tal fin, sobre la almohada se encontró con el rostro de Kai que aún dormía a pierna suelta. Chanyeol contuvo un chillido y con torpeza se echó hacia atrás con tan mala suerte que cayó fuera de la cama. Chanyeol se levantó tambaleándose y tirando todo aquello a lo que por accidente daba un manotazo. Kai arrugó el rostro y abrió los ojos al principio algo contrariado, sin embargo, acto seguido sonrió contento. Se sentó, despeinado y con los ojos entrecerrados. A los pocos segundos abrió solo un ojo y con su típica sonrisa de lado se rió por lo bajo.

— ¿Qué tal has dormido, Chan-chan?—se detuvo disfrutando de cada sílaba al pronunciar su nombre de aquella manera.

— ¿Podrías salir de mi cama?

— ¿Qué?

— ¡Sal de mi cama!—chilló nervioso el nombrado.

— ¿Pero qué coño te pasa? ¿Así tan malhumorado te levantas todos los días por la mañana? Jo-der…

—Cómo me levanto todos los días no es de tu incumbencia. ¡Vamos, sal de ahí!—Chanyeol entre aspavientos, se arrimó y tiró del brazo a Kai forzándolo a salir. Este por su parte estaba desnudo pero a Chanyeol no pareció importarle. De igual manera lo dejó de pie en mitad de su habitación sin nada puesto, aun medio dormido, aún sin terminar de creerse su repentino alboroto.

Chanyeol hecho un saco de nervios recogió la ropa que estaba tirada por el suelo y se la lanzó justo impactando al caer sobre sus partes íntimas, allí donde Kai las cazó al vuelo.

—Ay…—se quejó dolorido tensionando los músculos la nariz y el entrecejo.

—Vístete rápido y vete —ordenó intransigente.

— ¿Pero es que esto va en serio? ¿De verdad me estás echando? A ver, ¿puedo saber a qué viene esto al menos?—Kai al rato no dejaba de sonreír incrédulo.

—Viene a que lo que anoche sucedió entre nosotros no tuvo que haber sucedido. Estuvo mal y no quiero pensar en ello ni que tú pienses en ello, así que hagamos como que no pasó nada. Tú vuelve a tu rutina y yo volveré a la mía.

—Sí, claro. Y ahora me dirás que no lo disfrutaste. ¿Por qué no lo disfrutaste, verdad Chanchan?—Kai avanzó enfrentando muy de cerca al otro que quedó acorralado cerca de su mesita de noche. Chanyeol solo llevaba la ropa interior. Kai lanzó una mirada hacia abajo. Lo escrutaba con la mirada, parecía estar a punto de besarle, incluso sus manos se relajaban y parecían dejar caer la bola de ropa que lentamente se estaba escurriendo de entre sus dedos. Chanyeol tragó saliva y apartó la mirada de aquellas manos y entrepierna para devolverla a los ojos.

—No, no lo disfruté. Lo que sucedió no fue natural y no quiero que se repita.

— ¡Venga ya, Chanyeol! ¿Qué pasa ahora? ¿Es porque nuestros padres se acuestan juntos? ¿Sabes una cosa? Tú y yo no compartimos la misma sangre, relájate un poco joder. Yo te gusto y tú me gustas, ¿no puedes simplemente dejarte llevar y disfrutar?

—No, te equivocas. No pienses que me gustas porque anoche permitiera que me tocaras. Anoche yo no me encontraba bien y es más, diría que te aprovechaste de mi momento de debilidad, así que si eres tan amable, te pido por favor que te vayas…—la voz de Chanyeol sonaba dura, fría. Kai endureció su rostro también. La sonrisa incrédula le había abandonado por completo y ahora parecía muy enfadado. En silencio le dio la espalda, comenzó a vestirse y en menos de dos minutos ya se alejaba en dirección a la salida. Chanyeol no se había movido lo más mínimo cuando escuchó el portazo. Suspiró. Por fin volvía a estar solo. Chanyeol agradeció que su madre no anduviera por allí  a esas horas. Lo que menos quería era tener que aguantar momentos incómodos y caras largas.

Era martes y aunque tenía clase, aquel día lo dedicó a no pensar, simplemente salió a pasear, y a la vuelta jugó a videojuegos y finalmente hizo los deberes de la universidad que tenía que corregir el día siguiente. Había llamado a un compañero de clase y este a aquellas alturas debía de odiarlo: siempre le estaba pidiendo apuntes y saber cuáles eran los deberes del día siguiente.

 

Estaba haciendo sus deberes pero no pudo evitar hacer una cosa: Chanyeol miró la pantalla de su móvil sobre su escritorio. Kai todavía no le había enviado ningún mensaje al whatsapp. Chanyeol arqueó las cejas y volvió a concentrarse en lo que estaba escribiendo en su ordenador. Aquella noche Songhee regresó tarde, alrededor de la hora de la cena. No se dijeron nada. El silencio en aquella ocasión era uno de los mejores remedios para que la balanza volviera a estar equilibrada entre ellos dos. Songhee preparó la cena y cenaron juntos y en silencio.

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Que estuviera algo disgustado con Kai no significaba que tuviera que pagarlo con las clases de baile y mucho menos con el resto de bailarines. Ellos también eran amigos suyos. Bueno, todos menos Sehun que sin poder entenderlo demasiado, le tenía una animadversión terrible. Habían pasado varios días y Chanyeol justo se estaba preparando cuando vio entrar a Kai. Se dirigieron miradas y un escueto saludo. Kai siguió andando. No se detuvo a interesarse por nada más. Continuó su camino hasta que se le interpuso Sehun y comenzaron a charlar. Algo había dicho Sehun que de repente le hizo sonreír a Kai cada vez más y luego reírse a carcajadas. Chanyeol arrugó los labios. Aquello estaba sucediendo desde hacía poco. Desde que se había molestado con Kai, este parecía más cercano con Sehun.

 

— ¿Pero por qué…?—casi lo había dicho en voz alta. Algún compañero de baile se lo quedó mirando y Chanyeol tuvo que disimular lo mejor posible. Pronto todos se pusieron en sus puestos y empezaron la coreografía bajo las indicaciones de Kai. Ese mismo día Chanyeol abandonaría temprano el ensayo. Apenas la clase había terminado cuando no pudo aguantar más ver todas esas miradas, sonrisas y comentarios que entre Sehun y Kai se sucedían más a menudo de lo normal. Era asqueroso, pensó ajustándose la chaqueta y saliendo como disparado desde el cañón de una escopeta. Fulminante no permitió que nadie le dijera nada ni le alcanzara. Cogió el autobús y se marchó a casa.

Kai lo había visto pero al contrario que en otras ocasiones, no hizo nada por impedir que se marchara.

 

Pasaron varios días y Chanyeol intentaba concentrarse en cosas importantes como los estudios y sus videojuegos, pero incluso estos últimos no conseguían apartarlos de un único pensamiento: Kai.

 

Su madre durante esos días lo había invitado a que fuera con ella y con Bobby a comer o dar paseos por el puerto pero Chanyeol siempre tenía la excusa de los estudios que en realidad no era otra cosa más que evitar a toda costa la presencia de Kai. Songhee ignorante de todo aquel torbellino de pensamientos y sentimientos, estaba contenta de ver a su hijo más aplicado que nunca y por eso, no protestó. Al contrario, lo animó a que siguiera estudiando tan duro, lo besó en la frente y se marchó en el coche de Bobby. Chanyeol de nuevo estaba solo en casa, y sin tener nada especial que hacer decidió meterse en la cama. Cubierto de sábanas y con el rostro hundido en la almohada, gimoteó cansado de no poder sacarse al maldito Kai de la cabeza.

—Mierda ya… ¡maldita sea…! ¿Por qué? ¡¿Por qué?!

 

No hacía más que pensar en lo que hacía poco había ocurrido entre ellos, en cómo la situación se había descarrilado tanto, en lo fácil que era de perder el equilibrio por culpa de Kai, y en lo mucho que empezaba a echarlo de menos…

 

Al final su cuerpo como accionado por un resorte se había destapado y calzándose unos tenis, cogió las llaves que estaban sobre la mesa, y salió. En medio de la lluvia, Chanyeol llegó justo cuando el autobús nocturno pasaba en aquel momento y lo recogió antes de que terminase hecho una sopa. Chanyeol aun seguía mosqueado, no entendía porque lo hacía pero sabía que necesitaba hacerlo así que se había lanzando a la aventura que suponía hacerle una visita sorpresa a Kai. Mientras miraba el borroso paisaje desfigurado por las gotas adivinaba a pensar cómo podía terminar aquella noche y la idea le daba escalofríos.

Cuando el autobús se detuvo al final del trayecto, Chanyeol se bajó y se quedó de pie mirando el paisaje nocturno. Inmóvil pensó que aun estaba a tiempo de volver pero no hizo caso a aquel pensamiento y subió una larga cuesta para finalmente llegar hasta la casa de Kai. Al otro lado del muro, en el piso superior, la luz de su habitación estaba encendida. Chanyeol que se había olvidado traer paraguas, se estaba mojando bajo el azote del chaparrón nocturno pero ignorando aquel incómodo detalle, en su mente se imaginó a Kai tocando el piano. Aquella podía ser lo que él llamaba, una noche de inspiración para un artista. Chanyeol se preguntaba si habría acertado y entonces avanzó, pulsó el botón del portero electrónico y esperó. Pasó un rato hasta que alguien contestó a su llamada pero finalmente una voz preguntó quién era.

 

—Soy yo—respondió con cierto temblor e inseguridad.

 

No hubo respuesta. Tan solo se escuchó un carraspeo de sorpresa. Kai estaba sorprendido. Chanyeol tuvo ganas de sonreír al imaginárselo aturdido. Sin embargo no se lo pensó mucho y le abrió la entrada principal. Chanyeol empujó y pasó al interior del patio hasta que llegó al rellano donde una segunda puerta se abrió. Kai con un brazo estirado sujetando la puerta se lo quedó mirando. Se miraron en silencio un rato. Kai estaba serio, Chanyeol parecía cansado y aunque ya no estaba bajo la lluvia, sino guardado por el borde de la techumbre, realmente estaba chorreando de agua.

— ¿Estás solo?—se atrevió a preguntar ya que normalmente era Bobby el que siempre respondía y aunque no había visto el coche, Chanyeol pensó que era mejor preguntar antes que llevarse sorpresas.

— Sí, ¿qué es lo que quieres?—Kai sonó más duro de lo que había pretendido. Chanyeol iba a decir algo pero entonces se lo pensó mejor y comenzó a dar media vuelta. Kai suspiró irritado, dio un paso atropelladamente y lo sujetó empezando a mojarse él también.

—Entra en casa, anda—aunque no se estaba disculpando, su voz sonaba como si lo hiciera. Ahora estaba más suave, y ya no lo miraba tan serio.

Chanyeol suspiró y escoltado por Kai se resguardó dentro de su casa.

—Voy a buscar ropa seca.

—No, no hace falta, he venido solo a hablar.

—Muy bien, ¿pero no querrás pillarte una neumonía, no?

Chanyeol no respondió. Puso cara de circunstancias y al poco rato Kai volvía con uno de sus propios chándales, que no tardó en lanzarle a la cara. Chanyeol lo cogió al vuelo y al impactar la prenda sobre su rostro, notó su textura seca y el agradable perfume del suavizante que se usaba en su casa.

No pudo moverse del sitio, se quedó oliendo la prenda sin decir nada. Kai se lo quedó mirando y finalmente habló:

— ¿Qué pasa, Chanchan?—Kai al instante se llevó una mano a los labios. Abrió más los ojos al darse cuenta de cómo lo había llamado. El nombrado arrugó la frente, iba a protestar pero en lugar de ello tan solo suspiró y finalmente admitió:

—Pasa que…esto es una mierda. —Un débil temblor en la voz parecía anunciar ciertas lágrimas que Chanyeol se negaba a derramar.

—Pffff—Kai comenzó a reírse entre dientes. Chanyeol lo miró molesto. Tuvo intención de tirarle la ropa de vuelta a la cara pero Kai paró justo a tiempo de reír para hablar con claridad.

—Oh Chanchan… anda, ven conmigo…—le tendió una mano. De nuevo volvía a ser el mismo Kai atento, con pícara sonrisa que tanto podía tranquilizarlo y al mismo tiempo controlarlo. Chanyeol sin embargo se negaba a ser controlado de aquella manera y se giró enfurruñado. Uno de sus pies se levantó un poco. Iba a dar un paso hacia la puerta, iba a marcharse, quería quitarse aquel torbellino de ideas relacionadas con sexo, cama, labios de Kai, cuerpo de Kai, sonrisa de Kai entre otros muchos que lo estaban debilitando muy lentamente. Quería dejar de pensar, quería volver a su propia casa, a su cama y dormir. Pero por otro lado también sabía que no sería capaz de conseguirlo aunque lo intentara.

 

De repente unos brazos lo envolvieron desde la espalda. Chanyeol se encogió sorprendido. Kai sonrió y acercó su rostro para rozar con su mejilla la mojada cara del otro.

—No te vayas si no quieres. Después de todo, si has venido aquí es porque buscas algo. No seas tonto Chanchan. Te he visto mirarme mucho estos días aunque no me hablaras y debo admitir que me ha gustado—Kai rozó con su nariz la mejilla de él y al terminar de hablar lo besó con suavidad.

—Tú sí que pareces tonto cuando hablas con Sehun… qué amigos os habéis vuelto de repente… ¿No? ¿Lo vas a invitar a tu cuarto también y le prestarás uno de tus chándales?—Chanyeol se deshizo de los brazos de Kai y había alzado la voz, de repente volvía a estar tenso y se enfrentaba a Kai. Ni él mismo se creía todo lo que acababa de decir. No sonaba propio en él. Chanyeol que había alzado las manos las bajó y se quedó pensativo.

Kai soltó una carcajada y se acercó de nuevo para con una mano acariciar el cuello y la cara del otro.

— ¿Estás celoso? Vaya… qué interesante…—bajó su mirada hasta los labios de Chanyeol que comenzó a acariciar con el dedo pulgar. Este tragó saliva y también miró los de Kai que cada vez estaba más cerca. Con tranquilidad acercó sus carnosos labios y sacó la lengua primero para lamer los labios de Chanyeol de una forma rápida y tan solo una vez. El segundo se estremeció bajo el ardiente y húmedo roce. Kai sonrió complacido y agarrándolo del brazo tiró de él hasta que llegaron a su habitación donde le arrebató el rebujo de ropa limpia que sin cuidado tiró al suelo. Chanyeol suspiró justo antes de que Kai se abalanzara sobre su boca y lo apretara contra sí. Casi intentaba echarlo hacia atrás pero al mismo tiempo lo agarraba y lo tocaba ansioso por saborear más. Por ello correspondió entonces a sus besos, a veces similares a mordiscos, otras veces húmedos como lamidas. Dejándose llevar por la pasión y ayudado por Kai se desvistió entre jadeos y empezó a hacer lo mismo con quien lo estaba pegando contra sí con desesperación.

Kai era impetuoso pero eso exactamente era una de las cosas que tanto le gustaban de él a Chanyeol. Entre jadeos y gemidos Chanyeol había llegado a la cama y completamente desnudos Kai estaba sobre él. Sus rodillas estaban a los lados del cuerpo tumbado boca arriba de Chanyeol quien excitado observó su impresionante desnudez. Fibroso, perfecto, suave y tensado Kai se agachó sobre él sigiloso como un gato y lo miró a los ojos. Iluminados por una tenue lámpara de noche Chanyeol entrecerró los ojos y siguió admirando la belleza del otro.

— ¿Recuerdas que me debes una?—sonrió divertido.

— ¿Cómo?—Chanyeol arrugó la frente sin entender.

—La última vez, te corriste dos veces y yo solo una. Hoy tienes que devolverme esa vez. Kai se puso de rodillas y entonces sujetó su pene que masajeó manteniendo una penetrante mirada llena de deseo en la boca del otro.

Chanyeol al poco rato se vio en una situación que descubrió ser poco de su agrado. Kai le pidió que le practicara una felación. Tras cambiar de posición, Kai había quedado tumbado y con Chanyeol entre sus piernas. Esperaba ansioso que se la chupara pero el mayor de los dos aunque hizo el esfuerzo por aproximar el rostro mientras movía su mano no llegaba ni a rozarlo con los labios. Kai durante un buen rato mantuvo los ojos cerrados disfrutando de su excitación y esperó impaciente pero el deseado momento no llegaba. Aunque la mano de Chanyeol lo acariciaba sin embargo, nada más sucedía. Intrigado Kai abrió los ojos y lo miró.

—No puedo hacerlo Kai, lo siento…—se excusó apartándose a un lado y tumbándose de espaldas.  Kai suspiró cansado.

—Venga ya Chanchan… ¿vas a dejarme así? ¿Te da asco o qué? Porque bien que te gusta que te lo haga yo a ti… vaya me dices que no y… —Chanyeol se giró para dedicarle una mirada de rencor. Kai soltó aire mientras se reía incrédulo.

—Pues tú me dirás. —pidió molesto Chanyeol.

—Si no quieres hacer eso… solo queda otra opción pero, no creo que vayas a aceptar…

— ¡Cuál!—Chanyeol alzó la voz nervioso e impaciente.

Kai sonrió de lado, se pegó más a Chanyeol, alargó la mano y con sus dedos acarició la entrada entre los glúteos de Chanyeol. Este se quedó rígido.

—Esta—soltó una risita y después comenzó a besar su hombro. Chanyeol se estremeció. No dijo nada al principio y tras pensarlo bien finalmente había tomado una decisión:

—Vale, lo haré pero con una condición. —Chanyeol se giró para mirarlo directamente.

Kai abrió los ojos sorprendido por su conformidad.

—Quiero que esto quede entre nosotros. Será un secreto y no puedes contárselo a tu padre o a mi madre. Nadie puede saberlo.

Kai pareció meditar su respuesta pero pronto sonrió tranquilo y acercó el rostro.

—Muy bien, trato hecho…—y lo besó con suavidad en los labios. Chanyeol correspondió su beso y notó que Kai se incorporaba un poco para posicionarse sobre él y lo acariciaba con sus manos por todas partes. Chanyeol jadeó levemente pero esto se acrecentó conforme Kai comenzó a besarlo en el cuello y a bajar por su pecho.

Con suavidad abrió las piernas bajo la insistencia de Kai y este quedó de rodillas en la cama. Acto seguido echó el cuerpo hacia adelante para alcanzar con una mano uno de los cajones y extrajo un bote sobre el que podía leerse la palabra ‘lubricante’. Chanyeol apartó la mirada. Miró hacia el escritorio, allí donde estaba el ordenador encendido y el piano sacado. Sonrió levemente al pensar que había acertado con su imaginación y entonces escuchó el ruido del dosificador al ser pulsado. Sin mirar, notó los dedos de Kai acariciar su ano y como el dedo índice comenzaba a hacer presión. Chanyeol empezó a gemir entre una mezcla de miedo y gusto. Kai sin perder detalle a sus reacciones continuó profundizando en el asunto y ya con un dedo completamente hundido prosiguió los movimientos hacia fuera y dentro. Chanyeol se quejaba molesto pero no le interrumpía, el mismo quería descubrir cuáles eran sus límites y aunque aquello era extraño para él, la sensación era en cierta manera adictiva. Quizás era masoquista, no estaba seguro. Kai empezó a lamer su miembro mientras continuaba penetrándole con su dedo. Chanyeol gemía más, su vientre se tensaba y destensaba, Kai jadeaba y se relamía cada vez más excitado ante aquella visión y los sonidos que su compañero le estaba ofreciendo.

Pasados unos pocos minutos y con dos dedos introducidos Chanyeol parecía estar preparado para el siguiente paso. Kai tomó la iniciativa pero justo antes de hacer nada, se acordó de que debía ponerse un preservativo.

 

—No tiene porqué pasar nada pero creo que con esto te será un poco más cómodo. También vienen lubricados…—susurró concentrado mientras abría el envoltorio y estiraba la goma a lo largo de  su pene. Chanyeol con respiración irregular lo observó y seguidamente tuvo que arquear la pelvis bajo las manos de Kai. De esta manera recibió su primera penetración y cuando esta tocó el límite, Chanyeol gimió de lo lindo, se abrazó a Kai y suspiró molesto y de placer. Kai también exhalaba algunos sonidos guturales en el hueco de su cuello. Pronto se incorporó sobre sus brazos y continuó moviendo su pelvis. A juzgar por su rostro, la sensación debía ser fantástica, se mordía los labios, con los ojos cerrados, sin parar de moverse, entre débiles gemidos. A veces apretaba los dientes y otras simplemente dejaba escapar placenteras exhalaciones. Tumbado el uno sobre el otro, durante esas lentas arremetidas se miraron con las bocas abiertas, sintiendo su aliento dulce y pesado. Volvieron a besarse entre jadeos. Kai empezó a moverse más contundente y acompasado, sin lugar a pausas. Aquello estaba tomando un ritmo poco a poco frenético

—Ah… Kai…ah….Nnngh…¡Ah!—plañó Chanyeol contenido bajo los empujes del de arriba.

—Si quieres gritar hazlo, nuestros padres no están y en la casa de al lado…no vive…nadie…ah…ah….—Kai apretó los dientes y absorbió la saliva que se acumulaba en su boca y volvió a gemir. Chanyeol sollozó bajo su peso y de repente Kai sin previo aviso cambió de postura. Salió de su interior y se sentó con la espalda apoyada en la pared.

—Ah… ¿Kai?—Chanyeol lo miró confuso.

—Ven, quiero que tú también te muevas y me demuestres de qué eres capaz…—Kai con su pene totalmente erguido tiró de Chanyeol y lo sentó a horcajadas sobre él.

 

—Ah…—Chanyeol soltó un largo gemido al bajar y quedar sentado. Al principio no sabía muy bien como tenía que moverse pero una vez iniciada la penetración y con la ayuda del lubricante y las manos de Kai en sus glúteos, el resto no fue tan difícil como esperaba. Sobre sus rodillas Chanyeol subía y bajaba lentamente soltando gemidos y exclamaciones. Kai respiraba entrecortadamente, con la boca abierta y no tardó en encontrar la de Chanyeol. Se besaron y el ritmo se acrecentó.

— ¡¡Ah Kai…!! ¡Nnngh Nnngh!—se abrazó a él y cayeron a un lado. El nombrado entonces, con rapidez volvió a cambiar de postura, y colocó a Chanyeol de espaldas a él. Lo penetró con rapidez arrancándole un ardiente grito de placer.

 

—Ah…ah…Chanyeol…oh…

De nuevo de rodillas, el más joven movía su pelvis sin piedad, abandonándose al placer que el tenso cuerpo del otro le ofrecía. Gimió y jadeó a la vez que se movía, sintiendo el orgasmo tirar de él y constreñir sus testículos. Chanyeol sin embargo, sin poder aguantarlo más se adelantó por unos segundos y prorrumpiendo en gemidos y palabras ininteligibles, se corrió escuchando como Kai hacía lo propio gimiendo de una forma atrozmente sensual mientras lo sujetaba con fuerza de la cadera ciñéndolo contra su pelvis.

 

Aun sufriendo leves contracciones Kai se separó de él lentamente y los dos cayeron rendidos. El colchón había quedado levemente movido hacia un lado y las sábanas estaban arrugadísimas, aparte de la colcha que yacía en el suelo. No muy diferente de cómo estaba antes. Poco a poco sus jadeos iban relajándose y aun en silencio se miraron bajo la luz de la lamparita de noche. Era bien entrada la noche, debían ser las tantas de la madrugada y sus padres aún no habían regresado. Chanyeol entre suspiros se sintió agradecido. Sus pieles brillaban por el sudor. Kai sonrió y acortó distancias para besar a Chanyeol en los labios. Éste apenas podía corresponderle entre jadeos y por lo cansado que estaba. Se acomodaron entonces de tal forma que Chanyeol le daba la espalda pero mientras Kai se había quedado abrazado a él, Chanyeol no pudo evitar alzar una de sus manos y acariciar el brazo con el que Kai lo envolvía. Podía notar su respiración en la nuca y en su espalda. Sus pieles húmedas se tocaban y la sensación era realmente deliciosa.

No tuvieron tiempo para darse las buenas noches, ya que se quedaron dormidos antes de que ninguno dijera nada.

 

A la mañana siguiente el primero en despertarse fue Kai. Se había oído un ruido que provenía del piso inferior. Con rapidez salió de la cama y se puso la camiseta del pijama. Oyó a lo lejos un ruido de pasos que iban directos a su habitación. Miró a Chanyeol, este dormía como un lirón drogado y aún estaba desnudo dentro de su cama.

Soltó una leve maldición y se metió en la cama, tapó a ambos lo mejor posible para aparentar que dormían. Un suave golpe se repitió dos veces en su puerta, Kai murmuró algo y entonces Bobby y Songhee asomaron la cabeza sonrientes. Cual fue la sorpresa que se llevaron al ver que allí también estaba Chanyeol. Kai sonrió aparentando estar adormilado. Se rascó la cabeza y explicó que la noche anterior habían quedado y que habían estado haciendo deporte, que Chanyeol terminó tan cansado que se quedó a dormir y que como podían ver, aún no se había despertado. Songhee y Bobby se marcharon muy contentos, comentando la alegría que les suponía ver a sus respectivos hijos juntos, como hermanos de sangre, llevándose divinamente bien. Kai de nuevo fuera de la cama y con el culo al aire cerró la puerta que los otros habían dejado entreabierta y cuando volvió a mirar en dirección hacia la cama, Chanyeol se estaba despertando.

— ¿Qué hora es?—preguntó soñoliento.

—Las una. Ya va siendo hora de que te levantes bella durmiente. —Kai volvió a meterse en la cama y lo observó divertido. Chanyeol terriblemente despeinado lo miró con los ojos entrecerrados pero entonces a lo lejos se oyeron las voces de Songhee y Bobby al reírse. Chanyeol al instante abrió los ojos como platos.

— ¿Mi madre está aquí? ¿Sabe que yo…?!!!—alzó la voz aunque sonó medio ronco.

—Tranquilo, les he contado una mentira. Les dije que fuimos a hacer deporte y que te quedaste a dormir porque estabas muy cansado. Tranquilo, Nuestra party hard de anoche sigue siendo un secreto…—Kai se acercó para besarlo, Chanyeol lo esquivó y le propinó un manotazo en el pecho de forma torpe.

—Tengo sueño… mucho…—se quejó haciendo un pequeño puchero.

 

—Ya está… ea… ea… ¡jaja!

Kai se rio infantil y lo abrazó obligándolo a recostarse con la cabeza sobre su pecho. De esta forma acarició su pelo y suspiró satisfecho.

—No te preocupes, después de un buen almuerzo, estarás lleno de energía para seguir estudiando.

Chanyeol suspiró cansado y arrastró una mano por el pecho de Kai mientras este distraído jugaba con su pelo. De repente se interesó por preguntarle algo personal:

—Oye Kai… ¿has estado con otros chicos?

—Eh…sí. ¿Por qué…?

— ¿Y con chicas?

—Sí, también… ¿Por…?—volvió a insistir Kai intrigado.

—Por nada, por nada… tan solo curiosidad.

—Entiendo… ¿y tú? ¿Has estado con alguna chica o…?

— ¡No! Yo esta es la primera vez que con un chico…. Bueno, yo nunca he tenido una relación sexual con alguien antes…

—Oh… ¿entonces ha sido conmigo tu primer encuentro sexual? ¿Conmigo?

—Sí….—Chanyeol empezaba a sonar molesto. Kai por el contrario estaba risueño.

Tras un breve silencio el más joven retomó la conversación esta vez con un enfoque algo diferente.

—Chanchan…—lo llamó con voz de niño alegre.

— ¿Qué?—musitó el otro con media cara aplastada contra el pecho del otro. Se sentía arrepentido de haber confesado aquello. Se imaginaba que Kai iba a mofarse de él por haber sido virgen durante todo aquel tiempo.

— ¿Tienes alguna fantasía sexual?

— ¡¿Qué?!

— No sé, me gustaría saberlo porque quizás puedo… ayudarte…jeje—Kai se rio por lo bajo y miró la cabeza de Chanyeol que se levantó un poco para mirarlo a la cara.

—Yo… no lo sé… eh…—volvió a apartar la mirada avergonzado y permaneció tumbado.

—Yo por ejemplo me da mucho morbo hacerlo en los servicios.

En aquel instante Chanyeol se acordó furtivamente de Sehun, de que justamente lo había pillado en los servicios realizando una felación a otro chico. Una idea se le iluminó entonces: ¿Era posible que fuera el mismo Kai? Aunque recordaba los zapatos y aún no se los había visto a Kai, también era posible que alguna vez lo hubieran hecho o quizás lo harían en el futuro… Chanyeol se sentó y se quedó serio. De repente se sentía enfadado.

—Creo que no puedes ayudarme con mis fantasías…—iba a salir de la cama pero Kai lo retuvo.

—Ey…al menos cuéntame cual es… venga…—Kai lo miraba sonriente, con los ojos entrecerrados, con aquella voz aterciopelada y con los labios abiertos levemente y tintados de aquel natural rosa oscuro tan apetitoso. De repente Kai dándose cuenta de su fijación lo besó repetidas veces, una y otra vez sus labios se unían melosos y elásticos. Chanyeol entreabrió los ojos con el rostro entre las manos de Kai.

—Mi fantasía es… hacerlo al aire libre… completamente desnudo pero sin nadie alrededor…preferiblemente en un campo o algo así…

—Mmmm….—Kai volvió a besarlo fugazmente y sonrió. Acto seguido posó sus labios cerca de su oreja y susurró: quizás si te portas bien y acudes a todos los ensayos, una noche te lleve de paseo por el campo…jeje

 

Chanyeol comenzó a sonrojarse y soltándose del agarre de Kai que ya se estaba riendo, se vistió y esperó a que el otro hiciera lo mismo. Entre risitas y bromas bajaron las escaleras.

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No estaba seguro de si se debía al incentivo de realizar su fantasía sexual o era que simplemente lo disfrutaba pero la realidad se había convertido en una donde Chanyeol continuó acudiendo a los ensayos y a las cenas o almuerzos familiares. A veces incluso esos ensayos eran en su propia casa, quizás en la del otro. Las semanas se fueron sucediendo y Chanyeol sentía encontrar cierta estabilidad. Kai estaba cumpliendo su promesa, no había revelado su secreto a nadie y además, algo que Chanyeol agradecía era que no le robaba tiempo. Chanyeol temía que Kai pudiera ser una persona acosadora pero era todo lo contrario, no insistía más de la cuenta y tan solo de vez en cuando le pedía salir pero por lo demás se limitaba a charlar con él por las redes sociales, a interesarse por sus estudios y a ser lo más parecido a lo que un amigo íntimo podría compararse.

 

Una vez que la época de los primeros exámenes parciales había pasado, Chanyeol se dio cuenta de que era una persona más activa de lo que creía. Entre los diferentes tipos de citas que tenía con Kai, la mayoría de sus actividades juntos eran físicas y no solo se reducían a una cama. También disfrutaban de dar paseos, de salir de compras, o simplemente de ir a correr antes de ensayar juntos algunas coreografías. Toda aquella rutina parecía afectar positivamente en su relación con su madre con quien últimamente estaba de buenas. Ella ya hacía varias semanas se había disculpado por el tortazo y Chanyeol en lugar de molestarse, aceptó su perdón. Songhee estaba sorprendida: su hijo de repente  parecía otro chico. Ahora Chanyeol se le veía más calmado y amistoso. Sobre ello hablaba a menudo con Bobby. La pareja coincidían en que Kai era una influencia realmente buena en lo referente a su cambio de buena actitud en todo. Por otro lado, Chanyeol también había mejorado en los estudios  lo que le complacía especialmente a él mismo.

Una tarde mientras él miraba el correo se enteró de que habían subido al campus virtual las notas del examen de español. Con prisas Chanyeol empezó a abrir ventanas hasta que llegó a la página en cuestión y encontró su nota.

— ¡ESTOY APROBADO, YUJU!—alzó la voz con los brazos en alto. En medio de la euforia lo primero que hizo después fue salir del cuarto para contárselo a su madre. Tras recibir la enhorabuena de esta se lo anunció a Kai por mensaje de texto y este también le felicitó. Pero aquello no quedó ahí, Kai además le dijo que le iba a invitar para ir al cine y que luego si quería podía quedarse a dormir en su casa. Chanyeol muy contento aceptó la invitación y esa misma tarde se vieron.

— ¿Cual quieres ver?—preguntó Kai mientras se quedaban mirando los largos carteles en una de las paredes del cine.

—Mmmm creo que la última de Hayao Miyazaki debe estar bien…además es de animación…

— ¿No prefieres ver una peli extranjera? Esa de ahí creo que es española… así practicas tu español…—sonrió Kai sacando la lengua. Chanyeol hizo una mueca de desaprobación.

—No gracias, prefiero olvidarme del español por unos días…

— ¿Entonces? ¿El viento se levanta de Miyazaki?

— ¡Sí! —afirmó contento Chanyeol. Kai sonrió gentil y juntos se encaminaron para comprar los tickets en una máquina y posteriormente las palomitas más dos bebidas gigantes. Para dos cinéfilos como ellos, una película en el cine sin palomitas era algo inconcebible.

Se sentaron. Chanyeol ya comía palomitas como un poseso mientras  Kai disfrutaba de la música de fondo que precedía a la proyección. Aun la sala se estaba llenando cuando las luces se atenuaron y los anuncios comenzaron a sucederse. Chanyeol alargó una mano para agarrar su bebida pero en su lugar, empezó a manosear la rodilla de Kai que soltó una risita y se echó hacia él para susurrarle:

—Todavía estamos a tiempo de ver la peli española… allí seguramente estaremos más tranquilos…si sabes a lo que me…

— ¡Shhh!—le chistó muy nervioso Chanyeol que aunque estaba sonriendo no quería que nadie pudiera oírles. Kai se rio entre dientes y le robó palomitas.

La película duró dos horas pero igualmente se les hizo corta. Mientras volvían andando hasta el coche, Chanyeol comentaba sus ideas filosóficas acerca de la trama de la película entretanto que Kai por su parte no dejaba de mirar la pantalla de su móvil mientras tecleaba rápido mensajes. Chanyeol siguió hablando pero por curiosidad, se acercó antes de que entraran en el coche y al asomar la cabeza por encima de su hombro se dio cuenta de que Kai estaba chateando con Sehun.

 

—No me lo puedo creer… ¿estás hablando con él? ¿A estas horas?

—Sí, ¿qué hay de malo?—Kai sonreía sin entender.

—Oh… nada… tan solo me preocupa que te vayas a volver tan bruto y estúpido como él—soltó con envenenada voz mientras rodeaba el coche y abría la puerta del copiloto.

—Oh por favor Chanchan, me recuerdas a tu madre cuando hablas así… —Kai entró el coche también— ¿de verdad piensas que Sehun es una mala influencia? ¿Es que no ves que solo estás celoso? No tienes de que preocuparte. De verdad. Tan solo charlamos a veces de música o sobre los ensayos o eventos de la universidad. El me pregunta y yo respondo. Somos solo amigos.

—Ya, ¿igual que tú y yo solo somos hermanos no?

—Chanchan eso es diferente, yo…

—Llévame a mi casa, mañana quiero levantarme temprano para ir a estudiar a la biblioteca.

—Eso puedes hacerlo también en mi casa, ¿lo sabes no?

—No, si duermo contigo esta noche me levantaré demasiado cansado. Llévame a mi casa, por favor.

—Está bien… si insistes…—Kai suspiró pero estaba sonriendo. Mientras conducía se quedó callado. Chanyeol lo miraba de reojo y luego miraba la pantalla del móvil que continuaba iluminándose con mensajes de Sehun. Chanyeol se hundía cada vez más y más en el sillón, con un odio reconcentrado que no hacía más que acrecentarse y avivarse como las llamas de una hoguera. Cerró los ojos y se concentró en los ruidos de la ciudad. Notó las curvas que daba el coche, la gente fuera hablando o riendo, la música de algún bar que pasaban de largo, y finalmente la tranquilidad de un barrio silencioso. Kai había aparcado. Chanyeol aún no había abierto los ojos, no quería, prefirió hacerse el dormido, a ver qué hacía Kai. Escuchó cómo éste se quitaba el cinturón de seguridad y se removía en su asiento.

—No me digas que te has quedado dormido… vaya…—Chanyeol intuía una sonrisa en su voz. Se removió en el sitio y le dio la espalda. Kai alzó una mano y lo pinchó en la mejilla con el dedo índice. Chanyeol sonrió levemente pero continuó su actuación. Kai se rio por lo bajo y comenzó a hacerle cosquillas sin mucho éxito. Lo pinchaba en varios sitios pero Chanyeol no reaccionaba. Aquel no era uno de sus puntos bajos. Kai se echó más cerca de él y lo olió mientras introdujo sus manos en su camisa y posteriormente comenzaba a desabotonar su pantalón. Besó su cuello y Chanyeol empezó a relajar los músculos de la cara, su pulso se aceleraba por momentos y Kai que perfectamente sabía que estaba fingiendo, continuó introduciendo su mano en su pantalón hasta que agarró su miembro y comenzó a manosearlo con brío. A Chanyeol se le escapó un gemido y automáticamente abrió los ojos, se giró y lo sujetó de los brazos.

— ¡Oh vaya! ¿Te he despertado? Bueno, así es mejor… me gusta que me mires mientras te hago estas cosas y que con esa mirada me pidas más…—Kai iba a besarlo pero Chanyeol se echó hacia atrás.

— ¡Kai! ¡Para! ¡Nos pueden ver!

— ¿Quien nos va a ver si estamos en el garaje de mi casa?

— ¿Cómo?—Chanyeol se giró y vio que era cierto. No estaban en su barriada, sino en el porche cubierto y cercado de la casa de Kai. ¿Cómo era posible que no hubiera oído el distintivo ruido de las puertas del garaje al abrirse con el mando a distancia? ¿Acaso se había quedado dormido de verdad?

Kai lo miraba divertido, quería reírse pero se estaba aguantando mientras observaba lo desconcertado que Chanyeol se había quedado.En aquel instante, accionó una pequeña palanca que hizo que el sillón se reclinase levemente. Chanyeol casi chilló ante el inesperado balanceo. Kai estalló en risas y se echó sobre él sujetándolo y trató de esquivar los manotazos de Chanyeol.

— ¡No, Kai! ¡No tiene gracia! ¡Llévame a casa ahora mismo! ¡Vamos!

Por fin consiguió sujetarlo con fuerza de las muñecas y negando con la cabeza, Kai sonrió triunfante:

— ¿Crees que puedes ordenarme en todo lo que a ti se te apetezca señora no-me-tosas-o-me-quejo? No soy tu perrito faldero y tampoco somos hermanos. Esta noche quiero que te olvides de Sehun y que tan solo pienses en lo que te voy a hacer dentro de este coche. Tómalo como una disculpa si quieres. No quiero que estés celoso de alguien que no tiene importancia para mí. ¿Entendido?

— ¿Y si no quiero?

—Créeme, vas a querer en unos instantes…—Kai atrapó la boca de Chanyeol y jugó con su lengua mientras una de sus manos extraía su pene y lo masturbaba. Seguidamente bajó sus labios, besó su cuello, lamió su nuez bajó hasta su pecho donde lamió sus pezones para posteriormente hacerle una mamada mucho mejor que las anteriores. Chanyeol se tensaba, tiraba de su pelo, lo llamaba casi suplicante entre gemidos y jadeos.

—Kai… ah…Kai…No eres nada justo ahh… ¿por qué me haces esto? Ah… ah… maldito e…goís…ta… ¡ah!

Kai soltó los genitales que había estado chupando hasta entonces y agarró de la nuca a Chanyeol para mirarlo a escasos centímetros, prácticamente sus labios se rozaron al hablar:

—Aquí el único egoísta eres tú…—susurró con voz grave. Entonces lo besó con pasión y continuó por su mandíbula y barbilla. Chanyeol echó la cabeza hacia atrás entrecerrando los ojos, abandonándose al temible placer que las atenciones de Kai podían provocarle.

Aquella noche durmió en su cama y a la mañana siguiente se despertaría con sus besos. Sus respectivos padres no sospechaban nada, y Chanyeol aunque no quisiera admitirlo, se sentía feliz cuando Kai estaba cerca y le demostraba esa intensa atracción que sentía hacia él. Nunca había experimentado algo similar y por ello no sabía cómo llamarlo. No sabía cuánto tiempo iba a durar aquello pero si podía estar seguro de algo, era que no podía ser para siempre.